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El periodo de sesiones que arranca mañana el Parlament con las reuniones de la Mesa de la Cámara y la Junta de Portavoces para fijar el orden del día de primer pleno, se abre con una doble incertidumbre: el auto del juez Juan Manuel Sobrino que conduce al presidente, Gabriel Le Senne, al banquillo de los acusados para responder por un delito de odio, y que el Govern Prohens sigue en situación de minoría. Pero el militante de Vox que preside la primera institución de representación de los ciudadanos de Balears no se quiere dar por aludido y se atrinchera en la presunción de inocencia. Al mismo tiempo, el Govern del PP, que se vio obligado a retirar el proyecto de Ley de Presupuestos para este año al carecer de apoyos, llega sin una mayoría clara a este nuevo periodo de sesiones. Vox, que en su día apoyó la investidura de Marga Prohens, y después rompió los pactos autonómicos con el Partido Popular ya ha anunciado que se opondrá al primer decreto ley que presente el Govern, el relativo a las granjas. Lo aprobará con Més. Nos adentramos en un escenario desconocido donde el Govern deberá hacer gala de su capacidad de diálogo, equilibrios y pacto con otras formaciones para aprobar sus iniciativas. Hallaremos la respuesta en la geometría parlamentaria variable, pero, ahora mismo, todo está por escribir.