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Las tres diócesis de Balears han redactado un documento de voluntades anticipadas para garantizar los derechos de los católicos al final de su vida en las Islas, una iniciativa que se enmarca en el proyecto de humanización de la salud y que profundiza en la bioética.

Presentado por los obispos Sebastià Taltavull, Gerard Villalonga y Vicent Ribas, su objetivo consiste en preparar y respetar las decisiones para el acontecimiento vital de la propia muerte. Cada persona ha de poder expresar sus deseos, preferencias y decisiones respecto a los tratamientos que desea recibir para cuando ya no esté en condiciones de decidir. Cómo quiere que se desarrolle su proceso de morir, decidir que no se le administren medios de apoyo vital cuando no haya expectativas de recuperación, así como el deseo de recibir cuidados para paliar el dolor.

Entre otros aspectos, si desea contar con la asistencia de un sacerdote, recibir los sacramentos de la confesión, la unción de los enfermos y la comunión. Conocer previamente para garantizar plenamente los derechos y las libertades de cada ciudadano, incluyendo el respeto a sus creencias y prácticas religiosas. El hecho de la muerte es uno de los momentos decisivos de nuestra vida. Es importante que haya un documento que explique cómo afrontarlo, de acuerdo con las convicciones de cada uno.