La última crisis de Vox supone que la formación de Santiago Abascal se inmole y este nuevo escenario beneficia al PP, que siempre miró con recelo a sus supuestos socios del partido ultraconservador. En Balears Vox ha protagonizado este último año numerosas polémicas y escándalos, desde los intentos para arrinconar el catalán hasta las controversias del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne.
La ruptura de los acuerdos con el Govern acabará provocando el sacrificio de Le Senne, a quien la presidenta Marga Prohens ya le ha pedido que dimita. Mientras con Vox no se puede descartar nada, lo partidos de izquierda tienden la mano al PP, que gobierna en minoría, para alcanzar acuerdos puntuales sin el apoyo de la ultraderecha. Sería un ‘cordón sanitario' contra la formación de Abascal, aunque es muy improbable que el PP-Balears llegue a acuerdos continuos con la izquierda.
El motivo de la ruptura de Vox con el PP, ejecutada de manera unilateral, es la llegada de menores inmigrantes a autonomías dirigidas por gobiernos del PP. Canarias soporta una presión tremenda en este sentido y que, por solidaridad, el resto de comunidades se comprometieron a colaborar en la medida de sus posibilidades para paliar este drama migratorio. Es, pues, un asunto de humanidad atender a esos menores desamparados.
