La tramitación y aprobación de una licencia de obras en el Ayuntamiento de Ciutadella requiere enorme paciencia porque la demora, que en septiembre del año pasado era de 384 días, se ha duplicado y se sitúa actualmente en 766 días, según el informe redactado por el Colegio de Arquitectos. Unos plazos inadmisibles, que ralentizan la actividad del sector de la construcción, empresas instaladoras, arquitectos y aparejadores.
El seguimiento en el crónico retraso que acumula la concesión de licencias municipales de obras que viene realizando la delegación menorquina del Colegio de Arquitectos concluye que, en el Ayuntamiento de Maó, la demora ha aumentado, en un año, al pasar de 410 a 584 días, mientras que en Alaior pasa de 466 a 460 días. Estos plazos son, sencillamente, inaceptables.
En el caso de Ciutadella, además, se conceden menos licencias: solo 48 en un año, aunque lo atribuye a la obra menor que no se contabiliza. Es preciso adoptar medidas eficaces para recortar estos plazos, tanto por la inseguridad jurídica que provoca; la paralización de las inversiones, algunas incluso ya no se llegan a ejecutar; y el riesgo que supone para la calidad y la seguridad en el trabajo.