El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó una remodelación en el Consejo de Ministros que hacía semanas que se venía anunciando. Los cambios se han limitado a las carteras en manos de los socialistas y ha dejado indemnes a sus socios de Unidas Podemos.
La crisis, a pesar de todo, ha sido más amplia de lo previsto, tanto por el número como por el significado de algunas salidas. Es el caso de Carmen Calvo, hasta ahora la vicepresidenta primera, y de José Luis Ábalos, que deja Fomento y la secretaría de Organización del PSOE.
La operación deja clara la intención de Sánchez de apartar a los ministros más polémicos y enfatizar las vertientes económica y política del Ejecutivo, toda vez que Nadia Calviño, ministra de Economía, pasa a ser la vicepresidenta primera.
Al margen de confirmar la sintonía con la que será vicepresidenta segunda, la podemita Yolanda Díaz, los cambios del Gobierno incluyen el cambio en Exteriores, como un gesto de distensión con Marruecos.
Pedro Sánchez quiere inaugurar una nueva etapa en el Gobierno al paso del ecuador de la legislatura, encarar la postpandemia con un equipo renovado para transmitir una imagen de renovación y frescura en la gestión. El fracaso de Madrid fue un serio aviso electoral del que el presidente tomó muy buena nota a la vista de los cambios ministeriales.