Balears ha logrado salvar el veto al turismo británico que había impuesto el Gobierno de Boris Johnson. Se permitirá la llegada de turistas desde el Reino Unido siempre que tengan cubierta toda la pauta vacunal.
La decisión, dada a conocer ayer por la tarde por el titular de la Conselleria de Turisme, supone un cambio radical para salvar la temporada de este año; en especial, en Eivissa y Menorca y otros puntos de Mallorca donde la presencia británica es casi exclusiva.
Lograr el semáforo verde dictado por Londres es el resultado del esfuerzo por el control del virus en las Islas, pero también de la presión de grandes grupos empresariales perjudicados por el parón.
No ha lugar a la relajación en los controles sanitarios a la llegada a Balears. La exigencia del cumplimiento en las pautas de vacunación debe ser estricta. Debemos evitar la entrada de las nuevas variantes del virus. Balears tiene una buena imagen como destino turístico seguro, un valor que no puede quedar en entredicho por la falta de rigor en los controles.
Si lo ocurrido con los viajes de estudios y el contagio de centenares de jóvenes en Mallorca sucediera en los mercados emisores turísticos puede tener consecuencias nefastas. Es un serio aviso que algunas patronales ya han advertido. No se puede lanzar por la borda todo lo conseguido.
