La proliferación de construcciones ilegales en suelo rústico, que propició el fenómeno de los 'hortals' en Menorca, continúa siendo un problema que no han sabido afrontar ni resolver las sucesivas administraciones insulares. Quince años después de la aprobación y entrada en vigor del Plan Territorial (PTI) el conflicto persiste y aumenta.
Los 'hortals' ilegales se han seguido construyendo y desde 2003 se han duplicado. Ha quedado en papel mojado la prohibición incluida en el PTI porque durante estos últimos quince años han aflorado treinta núcleos más. Todo ello constata la ineficacia de las políticas tanto del Consell como de los ayuntamientos, así como el incumplimiento de los reiterados anuncios de legalización. Otra grave cuestión se refiere al papel y las funciones del Consorcio de Disciplina Urbanística en Suelo Rústico, que debería haber actuado con mayor contundencia, y que ahora ha quedado en entredicho. Con la revisión del PTI surgen nuevos anuncios y nuevas propuestas pero aquí lo que falta es decisión, voluntad política y gestión. En caso contrario, estos anuncios quedarán en meras proclamas políticas y nuevos 'hortals' ilegales aparecerán en el campo de Menorca.