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Después de treinta sentencias y un proceso penal que ha durado más de once años se ha cerrado el 'caso Andratx', un escándalo que abrió los casos de corrupción política en Balears. Cuando estalló el presidente del Govern era Jaume Matas y en Madrid Rodríguez Zapatero se hallaba en la cúspide de su poder, con Rubalcaba al lado. Nada fue igual desde entonces.

La detención del alcalde de Andratx, Eugenio Hidalgo, junto con Jaume Massot, director general de Matas; y el celador Jaume Gibert abrió un terremoto judicial y mediático jamás visto. Vendrían, después, los casos Scala, Palma Arena, Noos y los que afectaron a Maria Antònia Munar, que sigue en prisión, y a Unió Mallorquina, que desapareció. Matas también entró en la cárcel por subvencionar a una agencia de noticias.

Fiscales y jueces también han descubierto e investigado actuaciones de corrupción política en Menorca. Hoy aún no se han celebrado los juicios por los casos Nerer y Citur, con epicentro en el Ayuntamiento de Ciutadella. La naturaleza garantista del Derecho Penal, el gran número de imputados y los sucesivos recursos están demorando el pronunciamiento de la Justicia. 2018 debe aportar las decisiones.