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La gestora que, encabezada por la diputada autonómica María José Camps, dirige el PSOE-Menorca desde octubre pasado, tras la dimisión de Vicenç Tur como secretario general, debe afrontar y resolver los frentes abiertos en los ayuntamientos de Es Migjorn Gran y Sant Lluís. Dos crisis políticas que dificultan y dañan la gestión y la gobernabilidad de estas dos administraciones municipales.

Los desacuerdos y las discrepancias surgidas en el seno de los respectivos equipos de gobierno -mayoría absoluta del PSOE en Es Migjorn y tripartito de izquierdas en Sant Lluís- han abierto escenarios de inestabilidad y desequilibrio cuyo desenlace final aún se desconoce.

Los afectados por estas disputas políticas -migjoners y santlluïsers- asisten, entre la incomprensión y la sorpresa, a la expulsión del PSOE del alcalde de Es Migjorn, previa a una moción de censura que anuncian su propio partido y los ediles con los que formó gobierno en junio de 2015; y a la ruptura del pacto que en aquella fecha firmaron Volem Sant Lluís, PSOE y el PI. La gestora del PSOE-Menorca debe devolver la estabilidad a estos dos ayuntamientos y evitar que la gestión municipal se vea perjudicada y paralizada.