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La instalación de energías renovables en Menorca sufre nuevos problemas y dificultades que retrasarán la puesta en marcha de los proyectos en la Isla. La aplicación del denominado «impuesto al sol» en Menorca y Mallorca implica un incremento relevante de la parte variable del autoconsumo. Según los cálculos efectuados por la dirección general de Energía del Govern, el coste medio de la producción y consumo de un megavatio de energía verde ascenderá a 40 euros, cuando hasta ahora era de solo 19.

Este aumento -que se origina al imputar a los productores menorquines la parte correspondiente a los cargos variables de los costes de las redes eléctricas- constituye un agravio comparativo para Menorca. Al mismo tiempo, genera una gran incertidumbre, abre dudas por los constantes cambios que registran la normativa de energías renovables, y desmotiva y desincentiva las inversiones al afectar directamente a todos los autoconsumidores.

El hecho de la insularidad no debe constituir ningún obstáculo ni encarecer la producción de energías renovables. Es preciso que el Gobierno modifique su criterio con la derogación de este «impuesto al sol».