La mejora de la situación económica en Balears ha propiciado un importante aumento de los cotizantes a la Seguridad Social, de manera que en la actualidad hay 3,55 trabajadores en activo por cada pensionista. Un ratio que alivia las cifras de los últimos años, pero el problema de fondo subsiste porque el fondo de pensiones es una caja común para todo el Estado, de laque el Gobierno retira elevadas partidas para afrontar el creciente número de pensionistas.
En las Balears se cobran unas pensiones muy bajas debido, en gran medida, a una actividad económica -el turismo- marcada por la estacionalidad, con menos plazos de cotización y también unos bajos salarios. Estos factores afectan a miles de pensionistas de Balears. Las dificultades se acentúan por la insuficiente revalorización de las pensiones y los costes añadidos como el copago de los medicamentos.
De manera irresponsable, el colectivo de los jubilados constituye la diana de promesas electoralistas, una tentación de la que no se libra ninguna formación política. Es preciso crear un marco estable que garantice las prestaciones por jubilación y la calidad de vida al salir del mercado laboral.
