Uno de los proyectos más importantes del Plan de Dinamización del Producto Turístico de Menorca, la adecuación de las cuevas de Cala Blanca para la visita turística, se queda sin dotación económica. La Secretaría de Estado de Turismo no puede incumplir un informe de la Abogacía del Estado en contra de conceder una nueva prórroga a unas obras que debían haberse acometido hace tres años.
El Consell y el Ayuntamiento quieren luchar por no perder la inversión del Estado, una misión que parece muy difícil, o, para compensarla, buscando otras formas de financiación. La pérdida de la inversión pública perjudica este proyecto estrella y cuestiona la eficacia de las administraciones insular y local para hacerlo factible. Ha existido una falta de previsión evidente sobre la forma de desarrollar el proyecto. Se ha tardado demasiado en constatar la necesidad de modificar el Plan General para que sea posible la compra de las cuevas.
Lo evidente es que el proyecto no puede quedar en el olvido tras este duro golpe. Los nuevos gobernantes deberán retomarlo y con una gestión eficaz conseguir que sea una realidad.