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Los datos del Banco de España reflejan la disminución del crédito que han concedido las entidades financieras en Balears durante el primer semestre de este año con una caída de 2.562 millones de euros que se suma a la tónica descendente registrada a partir del 2009.

Desde 2011 suman 10.413 millones de euros los que han dejado de recibir los particulares e inversores de las Islas, una significativa cantidad que ha tenido un gran impacto sobre la economía balear, que empieza a dar síntomas de recuperación. Ante las dificultades de acceso al crédito, en las que influyen las restricciones del Banco de España para frenar la elevada tasa de morosidad, de hasta el 13 por ciento, los empresarios recurren a los ahorros para afrontar nuevos proyectos de inversión. Han terminado los tiempos del acceso a una financiación demasiado fácil, e incluso temeraria, donde hallamos buena parte del origen de la actual crisis.

El acceso al crédito se mide hoy con nuevas exigencias de solvencia y viabilidad, pero no deben constituir la coartada para frenar la actividad económica, la creación de nuevas empresas y puestos de trabajo. Un equilibrio necesario.