El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, realizó ayer, en Palma, un anuncio de graves repercusiones para Balears: el vigente sistema de financiación autonómica no se modificará durante esta legislatura.
El jefe del Ejecutivo manifestó que un tema de este calado y naturaleza no figura entre sus prioridades y, lo que es peor, tampoco tiene un horizonte temporal para abordar esta cuestión de enorme trascendencia para las Islas y el resto de comunidades autónomas.
Las palabras de Rajoy afectan a todos los ciudadanos de Balears, condenados a no disponer de unos servicios públicos adecuados por la falta de recursos. El actual sistema de financiación constituye un lastre para todo el archipiélago.
Solo para el 2015, la contribución de Balears al fondo de solidaridad estatal superará los 800 millones de euros. Estas islas son las más perjudicadas por el reparto de la financiación estatal. Así se repite desde hace décadas. El PP, en la oposición, se opuso a este sistema cuando lo implantó el gobierno socialista. Ahora, cuando gobierna, debe modificarlo. El Govern debe exigirlo con contundencia porque, en caso contrario, queda desautorizado.