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Cuando el Consell ultima la adjudicación de la mejora y adecuación de la carretera general en el tramo comprendido entre Maó y Alaior, un grupo de menorquines -con significadas trayectorias en distintos ámbitos y entidades de la sociedad insular- reclamaron ayer al presidente Santiago Tadeo un diálogo para conseguir un acuerdo sobre este proyecto viario que debe llevarse a cabo.

Menorca no puede renunciar a una inversión finalista de 30 millones de euros que, si no se destina a esta obra, se perderá, lo que constituirá una grave irresponsabilidad de todos. El Consell ya ha modificado el proyecto inicial y ha recortado las dimensiones de las rotondas -alguna incluso ha sido suprimida- para que el impacto sobre el territorio sea menor. Pero, a pesar de estos cambios, que han obtenido la aprobación de la Comisión Balear de Medio Ambiente, persisten los desacuerdos y las discrepancias. Si en el proyecto del dragado del puerto de Maó ha sido posible el acuerdo, corresponde al Consell realizar un esfuerzo de información y diálogo para alcanzar el entendimiento.

El consenso sobre la Reserva de la Biosfera exige que los menorquines se pongan de acuerdo en torno al diseño y las características de esta obra pública.