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Quiero compartir mi opinión sobre un asunto crucial para el futuro turístico de Menorca. Creo firmemente que nuestra isla debe desmarcarse de la promoción conjunta con Mallorca, Ibiza y Formentera en eventos como FITUR y apostar por una estrategia de marketing independiente. Esta unión nos perjudica en términos de visibilidad y diluye la identidad única que Menorca tiene para ofrecer.

Cualquier persona que visite Menorca se da cuenta rápidamente de que no tenemos nada que ver con Mallorca o Ibiza. Juntar nuestra promoción bajo un estándar común nos priva de posicionarnos como un destino diferenciado y nos impide mostrar la Menorca auténtica y natural que tanto enamora a quienes la conocen.

Menorca tiene un potencial y una riqueza infinita que debemos aprovechar al máximo. Desde nuestra designación como Reserva de la Biosfera hasta la reciente declaración de Menorca Talayótica como Patrimonio Mundial de la Unesco, contamos con atributos únicos que nos convierten en un destino singular. A esto se suman nuestras aguas cristalinas, la autenticidad de nuestra isla y una gastronomía de élite, elementos que nos diferencian y nos posicionan como un destino exclusivo.

Nuestra industria del pasado, que en su día tuvo gran relevancia y riqueza, hoy no nos permite competir en mercados globales como Asia o India. Sin embargo, esto nos da la oportunidad de centrarnos en aquello que nos hace únicos: una calidad y una autenticidad que en otros lugares jamás podrán igualar. Menorca tiene la capacidad de ofrecer un modelo turístico diferenciado que priorice la sostenibilidad y la excelencia, algo que los mercados masificados nunca podrán replicar.

Levantar la moratoria turística no debe interpretarse como una invitación a la masificación, sino como una oportunidad para consolidar un modelo donde prime la calidad frente a la cantidad. Sin embargo, este modelo no debe estar limitado por trabas burocráticas que frenen nuestro desarrollo y nuestra capacidad de responder a los desafíos del sector.

Es hora de dar el paso y posicionarnos como un modelo turístico independiente. Menorca tiene todo para ser un referente mundial en turismo sostenible y de calidad, pero para lograrlo debemos eliminar los obstáculos innecesarios y apostar con valentía por nuestras fortalezas únicas.