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El Centro de Salud Dalt Sant Joan disponía, desde su apertura, de un equipo de radiología convencional que daba cobertura a los pacientes de Maó, Es Castell, Sant Lluís, Alaior y Es Mercadal.

En los 4 últimos años, dicho equipo sufrió diferentes averías –cuyas reparaciones tuvieron un coste de más de 35.000€– hasta que dejó de funcionar en marzo de 2014. En ese momento, la anterior gerencia del Área de Salud decidió no dar continuidad al servicio debido a los gastos que suponía; las quejas de los propios médicos por la mala calidad radiográfica del equipo; y por la cercanía del servicio de radiología del Hospital Mateu Orfila, dotado con un equipo digital de mayor resolución.

El actual equipo directivo encargó un informe para analizar la viabilidad de la reparación del equipo, teniendo en cuenta aspectos como la actividad del servicio de radiología de Dalt Sant Joan hasta el día de su cierre; la demanda de pruebas radiológicas por parte de los pacientes afectados por la actual situación; así como el coste que supondría, tanto la reparación del equipo, como la sustitución por uno nuevo.

En este informe se constató que, entre los años 2013 y 2014, en Dalt Sant Joan se realizaron el 43% de todas las pruebas radiológicas convencionales –tanto programadas como urgentes– de los pacientes de los centros de salud de la zona centro y de Llevant. Del total, sólo una de cada cuatro radiografías realizadas en este centro de salud era de carácter urgente y, el resto, programadas. Si bien no se disponen de datos concretos sobre la demanda urgente de cada centro de salud, se estima que representan una media de diez radiologías cada día. Si tenemos en cuenta que los pacientes de las unidades básicas de salud de Es Castell, Sant Lluís, y de los centros Verge del Toro y Es Banyer tienen que desplazarse siempre que precisan de una prueba radiológica, los únicos que no tendrían que hacerlo representarían una media de cuatro radiografías diarias.

Es cierto que el desplazamiento de pacientes al centro hospitalario ha podido generar visitas innecesarias al servicio de Urgencias. Por ello, desde el pasado 1 de noviembre, se ha puesto en marcha un nuevo procedimiento de derivación para que los pacientes que precisan de una prueba urgente sean citados en el mismo centro de salud y acudan directamente al Servicio de Radiología. Una vez realizada la prueba, el resultado será informado por el mismo médico que la solicita por vía telefónica y será él quien decida el manejo adecuado antes de salir del hospital.

En base a este análisis pormenorizado de la situación, desde la gerencia se considera ineficiente reparar el equipo existente en Dalt Sant Joan por su mala calidad y su coste en mantenimiento, de la misma forma que la compra de un nuevo equipo, de calidad aceptable, representa un coste muy elevado, tanto por el precio del propio aparato, como por su mantenimiento y manejo. Todo ello, teniendo en cuenta la proximidad del hospital y las ventajas marginales que supondría para el CS Dalt Sant Joan disponer de dicho equipo.

La actual dirección del Área de Salud está convencida que la Atención Primaria tiene un papel clave para la sostenibilidad de nuestro actual sistema sanitario. El acceso a las pruebas diagnósticas por parte de los médicos de familia es clave para mejorar su capacidad resolutiva. Para ello se ha de dotar de los recursos necesarios para que esa accesibilidad sea la más adecuada, lo que no se consigue solo con la proximidad de un equipo diagnóstico, sino mejorando otras áreas prioritarias, como la reducción de las listas de espera de las pruebas radiológicas y mejorando la adecuación de sus indicaciones evitando los efectos nocivos de las pruebas radiológicas innecesarias.

Una de las líneas prioritarias del actual equipo directivo es reforzar la Atención Primaria con una mejora de la política de sustituciones –excesivamente restrictiva en los últimos años–, mejorar la capacidad resolutiva de sus profesionales y los servicios de urgencias extrahospitalarios, dotar de mayor protagonismo a la enfermería y preparar a toda la organización para los retos que nos depara el futuro, entre los que destaca toda la estrategia de la patología crónica.

Siguen siendo tiempos difíciles y las decisiones en materia sanitaria deberían ser siempre tomadas en base a criterios de eficiencia y utilidad.