TW

Carta abierta a las autoridades sanitarias de Balears.

Me dirijo a ustedes como máximos responsables de nuestra sanidad y de las decisiones que tanto nos afectan a nosotros, los sufridos enfermos.

Paso a exponer mi caso y el motivo de mi carta. Soy una persona de setenta años, que a lo largo de su vida ha padecido muchas enfermedades, la mayoría operaciones que han llenado mi cuerpo de cicatrices. Reconozco que sigo vivo gracias a los estupendos cuidados de nuestros hospitales y su personal. Hace once años me efectuaron un trasplante de riñón, que de alguna forma me devolvió a la vida, pues vivir pendiente de la diálisis es muy duro; pero para conservarlo tengo totalmente prohibido tomar antiinflamatorios ni calmantes fuertes. Como tengo mis vértebras destrozadas, en parte por un accidente, padezco fuertes dolores en mi espalda que me han convertido en un hombre amargado. Pero hace menos de un año mi doctora de cabecera me recomendó una visita a la doctora que acostumbra a venir a Menorca una vez al mes, perteneciente a la Fundación Kovacs. En la misma visita, y después de escucharme detenidamente, instaló en mi cuerpo (en toda la zona dolorida) 22 grapas, que para mi fueron mano de santo. Es lo que ellos llaman neuroreflejoterápica. Cuando salí de la consulta ya mi dolor había menguado, y al día siguiente había desaparecido, como por arte de magia. Pasé unos meses en los que recuperé casi por completo mi calidad de vida, pues debo decir que en más de un ochenta por ciento fue mi mejora.

Ahora no las llevo, porque para una prueba en Son Espasses tuve que quitarlas, aparte que ya las llevaba seis meses y su efecto estaba caducando; y les aseguro que estoy deseando que me las pongan de nuevo, pues cada día me levanto que rabio de dolor; seguro que si alguno de ustedes lo sufriera, se lo pensaría dos veces antes de quitarlo de la Seguridad Social. Además piensen en lo que se ahorran en calmantes. Como persona que vive de una módica pensión no me podré permitir seguir con el tratamiento. Así es que les pido en mi nombre, y en el de otras muchas personas que se verán afectadas por este recorte, que piensen detenidamente si no es posible hallar otra solución para evitar gastos.

Yo les voté, tengo carnet del PSOE desde 1976, me ha parecido bien que les devuelvan la cartilla sanitaria a los emigrantes que no la tenían, pero por favor no a costa de nuestra salud.