Ya han pasado más de dos semanas de la celebración del concurso literario Prèmit Joan Benejam de relatos breves en menorquín que se convocó para dignificar y fomentar el uso de nuestra lengua y para concienciar de que tenemos una gran riqueza lingüística que no debe ser olvidada. Hemos procurado estimular el hábito de escritura y la creación literaria en la lengua que hemos recibido de generaciones pasadas y favorecer los rasgos que nos diferencian de otros dialectos de nuestra misma lengua, -sin marginar lo que nos une-, y que nos dan personalidad propia.
Más de 120 personas acudieron a la gala, -del pasado 3 de enero,- del Prèmit Joan Benejam, una celebración con prestigio social y cultural, donde se respiró mucha ilusión en defensa de nuestro patrimonio lingüístico y cultural. El éxito alcanzado demuestra el interés por la sociedad menorquina, que no está dispuesta a renegar a su lengua. La sociedad menorquina no quiere estar sometida lingüísticamente a otras comunidades autónomas. No todo está perdido a la hora de preservar el menorquín, pero eso sí, hay mucho trabajo por delante, no obstante si hay voluntad política tendremos mucho ganado.
Hay quienes, como decimos en menorquín quatre jans i un boi, -son los catalanistas de siempre-, han encontrado aspectos negativos a esta labor en beneficio de nuestra lengua, que cuestionan que las formas propias del menorquín estén arrinconadas, que manifiestan que el menorquín es una degeneración vulgar de catalán, etc.… retratan perfectamente lo que es el catalanismo y que finalidad persiguen realmente: postergar de nuestra memoria cualquier rasgo de nuestra personalidad lingüística, nuestra propia identidad. Idò no, som i serem menorquins.
Foment Cultural no reivindica nada que no tengan otras comunidades lingüísticas del mundo, tener el derecho de poder usar y vivir libremente en lengua propia al territorio de donde pertenecemos. Derechos reconocidos por la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos. Derechos reconocidos en el artículo 3 de la Constitución Española y en el artículo 35 del Estatut d'Autonomia Balear. Ya es hora de ejercer nuestros derechos. Usemos nuestra lengua en todos los ámbitos de nuestra vida diaria y que las próximas generaciones también aprendan a usarla y a apreciarla. Ojalá la prensa escrita, algún día, también lo haga y permita, -al menos en sección de opinión-, escribir en menorquín.
Muchas gracias a los concursantes y a todos los que hicieron del Prèmit Joan Benejam un éxito y un día histórico para la cultura y lengua menorquina. Y sin más pretensiones recordar que nuestra lengua no se forja en un despacho por un grupo limitado de personas, el menorquín lo hemos forjado entre todos, los que estamos y los que ya no están.
Lucas Pons Bedoya
Secretari de Foment Cultural de Menorca l MAHÓN