Estoy muy sorprendido de cómo se gestiona el fenómeno trabajo, ya que parece que el problema es únicamente la crisis que ha sufrido España durante los últimos años.
Sorprende que el discurso sobre el trabajo no sea claro y no se expongan las razones por las cuales no hay trabajo en España para los millones de parados, cuando parecen evidentes. Creo que es importante enumerar estas razones:
Tecnología. La palabra abanderada de todo creador de puestos de trabajos. Es evidente que la tecnología es el mayor generador de parados en el mundo. Cada 5 años la propia tecnología expulsa a millones de personas del mercado laboral. Además esta circunstancia va a ser progresiva en los próximos años ya que todas las empresas incrementan su producción año tras año gracias a la incorporación de maquinaria que sustituye a mano de obra humana.
Falta de formación y responsabilidad en España a causa de la burbuja inmobiliaria. Los años de bonanza ficticia permitieron en Menorca por ejemplo que un número importante de trabajadores sin formación y compromiso laboral encontraran trabajos consecutivos durante las temporadas de verano, saltando de un trabajo a otro, cobrando la indemnización el lunes, para empezar a trabajar en otro centro el martes. La finalización de la burbuja inmobiliaria condenó a que todo ciudadano sin formación y compromiso laboral al paro. Hay que mencionar que este perfil de trabajador no debería tener trabajo ni ahora ni en bonanza económica, por eso su trabajo al igual que la bonanza económica también era ficticio.
Globalización mundial. La tecnología de la que se ha hablado permite que la producción que se genera en Alemania y en países del norte de Europa, permiten abastecer prácticamente a toda Europa. De la misma forma la producción asiática y de otros pocos países abastecen a todo el mundo. Esto condena a que en España si no se postula como un productor que quite el trabajo a otros países productores, está condenada a mantener sus niveles de paro, ya que unos pocos trabajadores abastecen al resto del mundo.
Las empresas son empresas. El objetivo de las empresas es generar riqueza, y los directivos velan por la productividad a largo plazo. Cualquier directivo, empresario que puede producir con menos coste tiene que tomar decisiones muy duras y si una empresa puede funcionar con menos personal, el objetivo empresarial ordena que reduzca personal. El responsable de generar trabajo a fondo perdido, son las ONG y la administración. Las empresas deben decidir si quieren invertir sus beneficios en promoción de trabajo social y la administración con los impuestos que se derivan de los beneficios de las empresas debe promover trabajo social. A una empresa se le puede o se le debe exigir que invierta en labor social con sus beneficios, pero no se le puede exigir que mantenga trabajadores si su producción no los necesita.
Educación y Formación sin objetivos educativos ni formativos. La educación y formación basa sus postulados en ideologías y convicciones políticas. Los que determinan los currículos académicos y dirigen el proyecto educativo no son expertos, ni apoyan sus planteamientos en estudios científicos y datos objetivos. Un ejemplo son las 8 leyes orgánicas de educación en nuestra democracia, que es una auténtica vergüenza, responsabilidad de los dos partidos políticos mayoritarios que utilizan a todos los jóvenes de España para imponer sus criterios políticos.
Política como modus vivendi. Finalmente el principal problema que tiene este país a mi modo de ver (opinión personal), es que la percepción de la sociedad es que algunos políticos desarrollan función política precisamente para conseguir el objetivo que tienen 6 millones de españoles, es decir están en política para poder trabajar y tener un sueldo. Este hecho tergiversa totalmente la visión del servicio público de la política, ya que la preocupación se centra primero en el mantenimiento del trabajo y las prioridades posteriores son servir a la sociedad.
