Somos débiles y eso nos hace tontos
La base del problema es nuestra inseguridad. Para disimularla nos va bien crear un personaje o una idea de nosotros mismos, ( lo que llamamos ego ) y luego encontrar a otros parecidos y crear un grupo para sentirnos protegidos. Nos cuesta mucho ser nosotros mismos, expresarnos con naturalidad. Y es una pena porque muchos de nosotros moriremos sin siquiera imaginar quién podríamos haber sido realmente y llegado a conseguir. Lo damos todo por querer encajar.
La Base del Problema es ser del Madrid o del Barça, de la izquierda o la derecha, de Mô o Ciutadella, ecologista o no ecologista, hippie o esnob, etc. porque cuando aceptamos una identidad y pertenecer a un grupo dejamos de pensar, y aceptamos planes e ideas sin considerar realmente si es o no es lo mejor tomar parte en ellos. Somos débiles, y eso nos hace tontos.
Hace unos días descubrí como unos jóvenes rechazaban el título de la Reserva de la Biosfera. Decían que eso impide el desarrollo económico de la Isla. Me quedé perplejo, porque primera: este título no salvaguarda a esta isla de nada, y segunda: porque no logro entender qué resta a nuestra economía el tener bellos paisajes vírgenes con rutas bien organizadas para recorrerlos y apreciarlos. ( Una de las ofertas que aprecian turistas e isleños es el Camí de Cavalls, en eso todos estaremos de acuerdo).
Lo interesante es ver a gente con título universitario tan cegada o identificada en algún grupo como para asociar ecologismo con una economía pobre. Y lo diré bien alto: amo esta isla mucho -más que a mi mismo-, y no tengo absolutamente nada en contra del dinero, es más, me encanta. Y si fuera un poco psicópata y no me importara la vida ajena que habita en los parajes de la Isla, nunca diría 'no' al valor económico que tiene nuestra naturaleza; porque los que eligen Menorca la prefieren principalmente por su imagen natural, los demás visitan o viven en otros lugares desde hace mucho tiempo. Y es un poco exagerado decir que nuestra isla no ofrece servicios, ni buenos hoteles o zonas urbanas que propicien cierto ambiente económico.
Me parece poco inteligente lo que está ocurriendo. Vendemos un valor, nos esforzamos en decir al mundo: «Somos Reserva de la Biosfera», «un valor natural del planeta», y luego vamos destrozando este valor que es la naturaleza virgen. Y quien todavía dude de lo que estoy diciendo que le coja el pulso a Costa Rica o a Nueva Zelanda, países que se están forrando únicamente vendiendo turísticamente este recurso natural que vamos destruyendo proyecto a proyecto incesantemente. Parecemos los habitantes de la isla de Pascua, quienes llegaron a talar todos los arboles de su isla boscosa, sin apenas darse cuenta.
Ahí va una historia real: mi tatarabuelo era pescador y solía decir que él mismo había matado a la última foca monje que vivía en la Isla. Los pescadores mataban estas focas que descansaban en la arena de nuestras playas porque creían que agotarían la pesca. Ciertamente una foca come mucho pescado, no obstante, hace tan solo 60 o 70 años cuando todavía había focas en Menorca, aquí había tanto pescado y vida marina que decenas de barcas de pescadores faenaban únicamente en el puerto de Maó. Imaginad el pescado que había. Con tan solo zambullirse a 3 ó 4 metros de profundidad era fácil ver a grandes meros o tortugas marinas. Lo paradójico es ver que mi tatarabuelo y demás pescadores se equivocaban al pensar que los culpables eran la foca, o el delfín ( a quien también mataban ), pues sin ellos el fondo marino se muestra hoy moribundo en la mayor parte de la Isla.
Hace unos años eran muchos los que estaban en contra de hacer una reserva marina en el norte de la Isla. Hoy no hay ningún pescador que no se alegre de tener dicha reserva pues las poblaciones de pescado han aumentado ( la reserva permite su reproducción ), mejorando la pesca. Deberíamos hacer otra reserva marina en la isla del Aire, en vez de depositar en ella toneladas de mercurio y otros metales pesados que contaminan nuestro alimento.
Me parece que a todos los políticos les gusta demostrar su poder construyendo alguna gran obra, ya sea un dique, un túnel, o tropecientas macro-rotondas injustificadas, a veces sin siquiera desvíos con los que conectar. No dudo de sus buenas intenciones pero habría pocos hombres que no pudieran hacer algo mejor con esas decenas de millones de euros que ir degradando la imagen real de nuestra Isla sin ningún resultado práctico, para luego intentar vender aquello que destruyen. Me gustaría conocer al primer político que no se haga un guiño a sí mismo haciendo alguna obra inecesaria, porque precisamene esa persona estará haciendo algo grandioso, simplemente no degenerar la imagen que nos da de comer a todos directa o indirectamente.
Me hubiera gustado decirle a mi tatarabuelo y a sus compañeros que no mataran a las focas que habitaban la isla. Y la verdad es que no se lo hubiera pedido para que hoy vinieran más turistas a verlas y todos nosotros hubieramos ganado un duro más gracias a ellas, se lo hubiera pedido porque me hubiese gustado verlas jugar en el agua, quizás tocarlas... Me hubiera sentido muy orgulloso de poder decirles a todos que en mi isla hay focas y tortugas marinas, delfines, y grandes peces por todos lados, que las aguas de su puerto son tan cristalinas como hace 80 años, que la arquitectura de los complejos esta diseñada para estar integrada en la imagen del paisaje, como ocurre en el Pirineo o en tantos otros lugares, y añadir ese largo etc. que todos podemos imaginar. Estoy seguro que serían muchos más los que querrían venir a visitarnos.
No publico esto para ofender a nadie, solo deseo incitar a la reflexión profunda, me gustaría creer que estamos por encima de decisiones ajenas, aunque estas sean las propuestas de grupos con los que nos identificamos, es la única fórmula para evitar ser manipulado. Creo que esta crisis intenta enseñarnos algo importante, y es dejar de ser pasivos. Creo que también es nuestra responsabilidad mantener el orden, no podemos dejar todo o nada en manos de dirigentes, es otra buena lección de esta crisis.
Rotonda a rotonda, vertido a vertido, cemento aquí cemento allà... y el día menos sospechado Menorca dejará de serlo. Y los que todavía duden, que salgan de su monotonía, e intenten valorar lo que tienen dando un paseo por el Camí de Cavalls o por cualquier paraje virgen, animo a que agudicen sus sentidos para ver más alla, para llegar a sentir por qué muchos eligen visitarnos y por qué gentes de otros lugares insisten en que seamos Reserva de la Biosfera.
Jordi Escandell
Es Castell
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