Tras las declaraciones públicas de la consellera de Educación, sra Baíllo, respecto a las becas para estudiantes y su afirmación de que éstas deben ser consideradas como un privilegio, creo necesario apuntar varias cuestiones.
En primer lugar, opinar con conocimiento de causa es una cualidad deseable para todos nosotros que se vuelve imprescindible cuando quién habla y expresa una opinión tiene un cargo público por el que ha sido elegido y por el que también cobra. Las declaraciones de la señora Baíllo sobre las becas son desafortunadas en muchos sentidos. Si bien sus palabras serían penosas en el caso de un político cualquiera, en su caso, al ostentar la representación de la Conselleria de Educación del Gobierno de Menorca resultan inauditas y escandalosas. La consellera de Educación y el equipo de gobierno del Consell, representan a todos los ciudadanos de Menorca y no a la parte de ciudadanos que podrían coincidir con su opinión.
Entiendo por sus palabras que la señora Baíllo no conoce la realidad de los estudiantes en general y mucho menos aún la realidad de los estudiantes menorquines.
Por otra parte, la consellera confunde los términos al relacionar becas y valoración de esfuerzo, mérito y excelencia; todas éstas son condiciones muy deseables pero ajenas a las becas. Las becas no son un premio, ni un reconocimiento al mérito o a la excelencia, o al esfuerzo académico.
Las becas son un mecanismo de protección social ante la desigualdad en la educación por motivos económicos. Las becas son un sistema para garantizar la igualdad de oportunidades de todos los estudiantes ante la educación.
La exigencia de obtener una nota específica, por ejemplo un 6.5, para obtener una beca introduce un freno a la igualdad de oportunidades pues se reconocería así que un estudiante de familia adinerada podría aprobar y seguir sus estudios con una nota media de 5, y en cambio un estudiante de una familia económicamente modesta debería obtener un 6.5 de nota media para seguir sus estudios. Es decir, el requisito de exigir un 6.5 para conceder una beca introduce de nuevo un elemento de desigualdad por razones económicas y vulnera por tanto el principio de igualdad de oportunidades ante la educación.
Por otra parte, la insularidad añade una dificultad específica para los estudiantes menorquines. Se trata de trasladar la residencia a otra comunidad autónoma para seguir estudios universitarios con el consiguiente gasto económico para las familias que deben mantener dos viviendas con sus consiguientes gastos de mantenimiento y consumo.
Hasta ahora el Ministerio de Educación establecía unas becas llamadas "de movilidad" para hacer frente a esta situación. Con la nueva normativa de becas desaparecen dichas becas de movilidad así que podemos afirmar que uno de los colectivos más perjudicados por la nueva normativa de becas es el de los estudiantes menorquines.
¿Ha estudiado la Conselleria de Educación las consecuencias del nuevo decreto de becas para los estudiantes menorquines?
¿Ha realizado alguna propuesta que mejore el tratamiento de los estudiantes menorquines?
En mi opinión el Consell de Menorca y la Conselleria de Educación como Gobierno Insular deben conocer la realidad de los estudiantes menorquines, sus problemas específicos y defender los intereses de los estudiantes menorquines tanto ante el Govern Balear como ante la Administración Central, antes que repetir una y otra vez las frases hechas y las instrucciones del ministro Wert.
Quizás sería más productivo para el propio Consell, para la sociedad menorquina y para los estudiantes menorquines.
Bárbara Salvà Siquier
Sant Lluís
Estimada Sara
Na Sara ha estat part de l'Escola d'Adults de Ciutadella, gairebé des del seu començament, fa més de vint anys. Part activa, compromesa, responsable. Ha estimat l'escola i la seva gent amb dedicació i total disponibilitat. Persona discreta i alegre, sempre atenta i observant que tot funcionàs i que tothom estigués bé: companys, alumnes, porters... tots.
Organitzava tots els cursos de l'oferta complementària, s'encarregava de les diferents celebracions, formava part de l'equip directiu i era una bona mestra. La trobàvem a secretaria i a la sala de professors escoltant, explicant, acompanyant i conciliant, donant ànims a tothom, sense fer massa renou ni donar-se importància. Quan fa quasi un any i mig va deixar de venir, vam començar a sentir un buit i van anar quedant ben visibles les tasques silencioses i discretes que ella anava fent sense que els altres ens n'adonàssim. L'hem trobada tant a faltar!
Recordarem moltes converses i bons moments que hem compartit amb ella i podem dir ben fort que hem tingut sort de ser els seus companys i amics. L'enyorarem sempre.
L'Escola d'Adults sempre estarà en deute amb na Sara Benejam Biescas.
CENTRE D'EDUCACIÓ DE PERSONES ADULTES "CIUTADELLA"
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