Cartas de los lectores

El pasado sábado 20 de abril, fallecía nuestra madre en el Hospital Mateu Orfila. Llevaba algo más de dos años, luchando contra un cáncer de páncreas, que al final, no pudo superar.

El único consuelo que nos queda a sus hijos, hermanos, sobrinos, nietos y amigos, es recordarla tal y como fue, una persona con una fortaleza increíble, cariñosa, generosa, bondadosa, con gran carácter y sentido del humor; y sobre todo, para sus hijos, la mejor madre que hemos podido tener.Escribimos esta carta por expreso deseo suyo; la semana anterior a su fallecimiento, quería transmitir su enorme gratitud, al gran trato humano, que recibió por parte del equipo de oncología del Hospital Mateu Orfila y del Canal Salat, durante los dos años de tratamiento semanal de quimioterapia.

Todas las enfermedades que uno padece en su vida, son dolorosas, y más las relacionadas con el cáncer que a tantas familias afecta, pero este sufrimiento, este dolor que el enfermo padece, y sus familiares sufren, es mucho mas soportable, cuando te sientes arropado por un maravilloso equipo de personas que atienden día a día a enfermos y a sus familias.

La experiencia vivida con nuestra querida madre, que nos deja un vacío imposible de llenar, nos ha servido para ver la gran humanidad, profesionalidad, y el cariño que la doctora Yashmin, y cada una de las enfermeras del área de Oncología tanto en Mahón como en Ciutadella, transmitieron hasta el último momento a nuestra madre.

También quisiéramos tener un agradecimiento especial, para todo el personal sanitario, que la atendió durante los cinco días que estuvo ingresada en la habitación 213, ese afecto, esas dulces palabras, esas atenciones hacia ella; la confortaron y dieron consuelo a toda la familia.

Finalmente aprovechamos para agradecer las innumerables muestras de afecto que hemos recibido tanto hijos, como familiares, durante estos días de duelo.

Hijos y familia
de Dolores Zaforteza
Ciutadella

Piedras y almas
Llegado el tiempo de partir es bueno hacer recuento de lo vivido. La exposición fotográfica "Piedras y Almas" repliega velas y regresa a su entorno natural, ese magnífico rincón del puerto de Mahón que es la Isla del Rey, después de una intensa semana en la que, de la mano de libros, rosas, música, y como no fotografía, la cultura ha tomado al asalto, de un modo incruento, las calles nuestras ciudades (algo que debería repetirse más a menudo).

Mi más sincero agradecimiento a todos aquellos que han hecho posible la creación de estas imágenes, desde el grupo de figurantes formado por voluntarios de la Isla del Rey los miembros del grupo Es Rebost, quienes también aportaron su magnífico vestuario del siglo XVIII hasta el Museo Militar de Menorca, y en especial a José Muñoz, de la mano de quién llegue a conocer a los miembros de la Fundación Hospital de la Isla del Rey, y que ha colaborado activamente en el montaje de la exposición en la Sala de Cultura de La Caixa y, cómo no, a don Luis Alejandre y equipo por su extraordinaria acogida.

Gracias también a todos aquellos que han pasado por la exposición y han aportado su granito de arena a este tremendo ejemplo de esfuerzo y constancia que es, ha sido y será la recuperación por parte de los voluntarios de este histórico enclave que es el Hospital de la Isla del Rey, que 300 años no es nada!

Nuestra historia, la de esta pequeña isla perdida en este agitado Mediterráneo, es amplia, muy amplia, digna de ser desempolvada, recordada y difundida, tenemos donde elegir, buscad en la época que os plazca y encontrareis innumerables hechos dignos de mención, y más aún, menorquines de nacimiento o adopción que dejaron huella en tierras lejanas.
La cultura, nuestra cultura, es la que nos hace libres y marca la diferencia, elemento este que se busca con tesón y que está que ahí, a nuestros pies, esperando a ser descubierto.
Aprender de hechos pasados nos ayuda a reconocer errores, evitar manipulaciones interesadas y a modelar el camino al éxito, misión difícil en nuestros días en los que la inmediatez prima sobre el esfuerzo y una despiadada crisis, a la que fuimos invitados sin darnos cuenta, se ceba sobre gran parte de la población, no obstante, si buscamos un ejemplo de adaptación y supervivencia en la historia, este se llama Menorca.

Gracias a todos y ahora a por la segunda parte…

Pedro Cardona Llambías
Maó

Biniaet Vell

El Departamento de Patrimonio Histórico del Consell Insular de Menorca quiere poner de manifiesto que ante una solicitud de interés general y específicamente la que se refiere a la planta de eliminación de residuos de construcción y obra de Biniaiet Vell, los técnicos del Departamento de Patrimonio emitieron un informe favorable porque no alteraba ninguno de sus elementos arqueológicos.

Por otra parte, existe una comisión asesora formada por un grupo de entidades menorquinas, científicos y técnicos, cuyo objetivo no es otro que hacer un seguimiento de la candidatura de los bienes arqueológicos de la época talayótica de Menorca para conseguir la denominación de Patrimonio Mundial, dicha comisión tiene un carácter deliberante y consultivo, destinado a facilitar e integrar la participación de las diferentes instituciones y entidades de la mencionada candidatura ante la Unesco. Aclarar también, que la catedrática Sra. Orfila forma parte de esa comisión como miembro de la misma, y sus aportaciones son altamente apreciadas, por sus amplios conocimientos de la prehistoria.Cualquier valoración que se haga respecto a este tema, en beneficio o detrimento de intereses particulares, queda fuera de la responsabilidad del Departamento de Patrimonio. Toda Administración debe ser respetuosa con la iniciativa privada, sin favorecer ni rechazar una determinada actuación siempre que se acate la normativa.
La preocupación de la Conselleria por salvaguardar y proteger cualquiera de los bienes que integran el conjunto de los yacimientos prehistóricos de Menorca es constante y siempre está avalada por el estricto cumplimiento de la ley.

Maruja Baíllo
consellera de Cultura,
Patrimonio y Educación

Per molts anys, amb agraïment!

En Cristòfol Capó Riudavets avui fa 89 anys: ha arribat a aquesta edat de la maduresa amb tota l'esplendor i la saviesa que li ha donat la seva vida i que tan bé ha sabut aprofitar. En Cristòfol sempre ha estat una persona senzilla, molt humil, que ha treballat molt durant anys per tirar endavant sa seva família i, encara que la vida no l'hi ha posat fàcil per accedir a la cultura, sempre ha estat interessat a aprendre i li ha agradat molt el món de les lletres.

Li agrada la història de Menorca, els temes del camp i les anècdotes, ell té molt d'interès perquè no es perdin les coses antigues de la seva estimada terra, ja sigui del camp, oficis o simplement paraules antigues que ja s'han perdut de la seva llengua menorquina que tant estima.A causa d'aquest interès, sempre dintre d'una butxaca de sa seva camisa o bé del pantaló, duu una llibreta, on apunta tot allò que li crida l'atenció: algun acudit que li conten, una paraula que ha escoltat antiga ja en desús, un escrit relacionat amb la Menorca del segle passat o simplement alguna cosa que ha ocorregut i que li ve a sa seva ment. La feina feta per aquest "homenot", com diu en Bep del Iris ha estat molt enriquidora, no solament per a sa família sinó per a tots els que estimam els orígens d'identitat menorquina. Gràcies a aquesta llibreta, vaig fer el descobriment de la seva faceta d'escriptor, i ,així, em va il·lustrar, em va transmetre els seus coneixements de tantes coses que jo desconeixia de Menorca, dels seus avantpassats, de les arrels del meu marit i dels meus fills. Vaig poder compartir tantes vivències seves! Vaig xalar tant de poder-lo ajudar, d'estar al seu costat per poder publicar el seu primer llibre "Fets històrics i anècdotes del passat de Menorca", que tant d'orgull ens ha donat, perquè ell, amb la seva humilitat, deia que no era gens important i que només ho escrivia pera ell o per si a algun dels seus néts li pogués interessar.

Aprofit aquest escrit per felicitar-lo, per donar-li les gràcies per tot el que ens ha donat, aquesta herència que ens deixa i que passarà a la història botant d'una generació a una altra. La satisfacció i l'orgull que sent de ser part de la seva família no els sé expressar en paraules; no tenc el do de sa paraula que ell, vostè, té. Però, des del primer dia que el vaig conèixer, vaig experimentar un sentiment de tendresa, hi havia alguna cosa en vostè que em despertava aquest sentiment. Després, quan el vaig conèixer més, me'l vaig començar a estimar com si fos el meu pare.

Gràcies per estimar-me i per tots els moments que m'ha dedicat. El seu amor, les seves paraules i les seves anècdotes no seran mai oblidades.

Anabel Escrivá
Ciutadella