Cartas de los lectores

Per aquesta "senzilla" raó els meus companys i jo hem demanat i demanam més oferta formativa ja sigui presencial, a distància o mitjançant agrupacions modulars. De moment res de res.

En altres comunitats, deixen que els aspirants a Grau Superior, una vegada finalitzada la prova d'accés, tenint un Grau Mitjà, poden accedir a qualsevol cicle superior dins un bloc de matèries afins, i no necessàriament de la mateixa família que el Grau Mitjà. És sorprenent que aquesta opció que per altres Comunitats és una realitat a nosaltres se'ns ha negat per el curs vinent i ens volen fer callar dient-nos que ho "estudiaran" per altres anys, que ara no pot ser. És curiós que utilitzin un verb que té a veure amb el nostre futur (i també present); estudiar, què és precisament el què nosaltres volem fer.

Com tot, o quasi tot a la vida, la voluntat ho és tot, i aquí no hi ha cap tipus de voluntat, o almenys els meus companys i jo ho sentim així, per què? Perquè el què demanam ho tenen altres Comunitats i posar-ho en marxa no té cap cost. La crisis no és excusa. El que està clar és que, almenys en educació, els menorquins no som iguals que els altres, que hi ha un moment en què per causes externes a la nostra voluntat hem de dir fins aquí! i hem de deixar els nostres estudis, per què? si jo el que vull fer és estudiar...

Lluís Seguí Gomila
Sant Lluís

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Recortes y no "reformas" en la escuela pública

Este curso escolar se acaba, pero no con el júbilo que anticipa el periodo estival, sino con la crispación e incertidumbre de toda la comunidad educativa por los recortes desmedidos y los atropellos injustificables que está sufriendo la escuela pública. Y van pasando los días, las semanas y, como si se tratara de un ritual, de una ceremonia esotérica un tanto macabra, y no recomendable para los que sufran alguna patología cardíaca, llega el viernes, el funesto día predilecto para los recortes ( no empleo el gracioso eufemismo de "reforma") en que los trabajadores de la escuela pública nos enteramos por la prensa de nuevos recortes de nuestros salarios y de nuevas medidas que hacen prácticamente imposible realizar, en condiciones óptimas, nuestra función docente. Otra alternativa , para "informarte", aparte de la expuesta, más burocrática y fríamente "elegante" es enterarte de lo que van a hacer los políticos con tu sueldo y tus condiciones laborales, leyendo el BOIB. ¡Qué ameno y educativo me resulta! Ni siquiera los responsables de la Conselleria d'Educació tienen, en muchas ocasiones, la deferencia de informar personalmente a las directivas de los centros de estas nuevas medidas de ajuste . Ello provoca un caos organizativo en los centros y el incremento de este estado de angustia y desasosiego en el que nos encontramos todos. En especial se sienten más vulnerables muchos profesores interinos, a los que quieren echar a la calle, como si su trabajo no sirviera para nada. Considero imprescindible aclarar que los docentes no somos unos especímenes quejumbrosos y malcriados que están poniendo el grito en el cielo por trabajar unas horas semanales más, cobrando bastante menos ( cosa que ya indignaría a cualquier trabajador...) sino por las condiciones en las que vamos a trabajar y cómo ello va a repercutir o imposibilitar nuestro trabajo. Si ya el sistema educativo que tenemos es bastante deficiente y hay una gran diversidad de alumnado, con necesidades educativas muy distintas y, en ocasiones, con alumnos en una misma clase de nacionalidades muy diversas, ¿ cómo podemos realizar bien nuestro trabajo en aulas masificadas y sin ningún tipo de ayuda para los alumnos más desaventajados? También los alumnos más brillantes tendrán que agudizar el ingenio para enterarse de algo de lo que explique el profesor entre tanta muchedumbre. A lo mejor tendremos que dar la clase con un megáfono para no dejarnos la voz y el aliento. ¿ Acaso estamos asistiendo a un nuevo experimento pedagógico? ¿ Se pretende ahora que los exámenes no sean individuales, sino colectivos, porque no habrá espacio en la clase ni para separar los pupitres? ¿ O es que se trata de tener allí aparcada a una masa de alumnos hacinados y que lo que aprendan importa muy poco? ¿ Es que la calidad de la enseñanza pública no interesa a esta clase política? ¿ Qué les interesa entonces? Todas estas preguntas retóricas pueden responderse y contrastarse a través de los medios de comunicación : no hay dinero para educación, pero sí para gastarse una millonada en carreteras, en diversas entidades o frivolidades varias. Hay dinero , amparo y benevolencia para especuladores y algunos delincuentes encubiertos que quieren blanquear su dinero, pero hay desinterés absoluto por la escuela pública , los ciudadanos y los servicios sociales. No es de extrañar , pues, que el ruido de las cacerolas sea el hilo musical que acompaña a esta clase política y económicamente dominante en sus diversos actos públicos. Si bien Ulises se perturbó por el cántico de las sirenas...nuestros dirigentes solo muestran ante tanto estruendo popular una insolente sordera.

Eva Navarro Martínez

Palma