Cartas de los lectores

He acabat una etapa, i com a punt i final no és gens fàcil acomiadar-me. Així i tot aquest dia havia d'arribar, és avui. Gràcies pels 22 anys d'alegries, emocions, tristeses, sentiments... I sobretot, gràcies per totes les amistats que he fet al llarg d'aquesta etapa, de dins i fora de Menorca, esper conservar-les per molt temps. Però la vida en si mateixa és així, tanques una etapa i n'obres d'altres. Gràcies, a l'escoltisme que m'ha donat molt, m'ha ajudat a créixer com a persona. Sempre estaré molt agraït per les múltiples situacions i experiències viscudes, totes amb una càrrega emocional que m'han duit a estar molt orgullós de ser escolta. Dins l'escoltisme he passat tres quartes parts de la meva vida, ara tenc 31 anys i des dels 9 anys sóc escolta i ho seré tota la vida, ja que un és escolta per sempre.Gràcies!

Dani Prats Florit
Ciutadella

Nadie dijo que la recuperación iba
a ser fácil

Aunque algunos pudieron pensar que con la llegada del Partido Popular todos los problemas se resolverían de forma automática, lo cierto es que la herencia recibida y la tendencia negativa de todos los indicadores no permiten vislumbrar una salida a corto plazo de la crisis. La situación es gravísima, por lo que no se puede afirmar con rotundidad cuando empezaremos a salir del agujero, aunque las perspectivas apunten a que en 2013 las cosas ya pueden ir mejor. Solo se puede afirmar que ahora tenemos un gobierno que gobierna, que toma medidas de calado y que ahora, por fin, se camina rumbo a la puerta de salida de la crisis.El optimismo antropológico del anterior presidente del Gobierno, que veía brotes verdes por todas partes, ha resultado ser devastador para nuestra economía. El no reconocer la crisis, cuando ya estábamos inmersos en ella, provocó que no se tomaran con mayor antelación las medidas de ajuste imprescindibles para reconducir la situación. Y lo que es todavía peor, cuando ya oficializaron que estábamos en crisis, tomaron medidas erróneas que nos ahondaron aún más en la recesión.La crisis actual es una crisis de deuda. Es, en el fondo, una crisis del sistema, de un sistema sustentado en el endeudamiento creciente. Hemos construido nuestro estado del bienestar sobre la base de irnos endeudando cada vez más y más. Y esto es ahora mismo insostenible.

Si en el año 2007, al inicio de la crisis, la deuda española era de 380.661 millones de euros, lo que significaba un 36,10% del PIB, en el 2011 alcanzaba los 734.961 millones de euros y un 68,50% del PIB. Y el déficit público que, en el año 2007, presentaba un superávit de 20.066 millones de euros, en el año 2011 cierra con un déficit de 91.344 millones de euros, un 8,5% del PIB.

Pensando que la crisis que padecemos era una crisis de demanda, el anterior gobierno decidió que, dado que el sector privado presentaba una fuerte atonía en su comportamiento, debía ser entonces el sector público quien impulsara la actividad económica. Son los años del Plan E en el que la administración tiró literalmente ingentes cantidades de dinero que no supusieron ningún impulso para la actividad económica, ni mejoras en los datos del paro y, en cambio, perjudicaron irresponsablemente las cuentas públicas alcanzando en el año 2009 un importe de 117.306 millones de euros de déficit público, llegando al 11,10% del PIB. (...)

Es verdad que no podemos pensar que solo con ajustes reactivaremos la economía. Es evidente que esto no crea puestos de trabajo. Por tanto, simultáneamente a poner orden en las cuentas públicas, es preciso crear instrumentos para estimular la iniciativa privada e incentivar la reactivación económica. En esta línea, desde el Govern balear se han aprobado diferentes medidas que van en esta dirección, como son la Ley de emprendedores, el Plan de internacionalización de empresas, la Ley General Turística, la Ley de medidas tributarias, etc. A nivel insular, la reforma del PTI también será un estímulo para generar nuevas inversiones y crear riqueza.

Cierto es que los resultados no van a ser inmediatos y, lógicamente, tendrá que pasar un largo tiempo lleno de sacrificios para empezar a notar los efectos beneficiosos de estas nuevas políticas. Pero los resultados, sin duda, van a llegar, a pesar de que algunos pongan sus impedimentos, levanten la calle y aparezcan tras las pancartas. Sin duda, es una lástima que, ahora, en estos delicadísimos momentos, la oposición no esté a la altura de las circunstancias.

Antoni Camps Casasnovas
Diputado autonómico
del Grupo Popular

El anteproyecto del nuevo Plan General de Es Mercadal

n El jueves día 26 asistí a la reunión organizada por el Ayuntamiento de Es Mercadal para presentar el anteproyecto del nuevo Plan General de Ordenación Urbana. Está claro que la presentación de un plan urbanístico de crecimiento no es una información cómodamente asumible por todos los vecinos. Cualquiera que sea el plan, siempre afectará a los intereses de unos cuantos vecinos para bien o para mal; de hecho, lo que unos pueden apreciar como bueno –la recalificación de un terreno rural que pasa a urbanizable- para otros es malo –la desaparición de huertos familiares-, por citar un ejemplo. Pero ese no es el tema.

La presentación del jueves estuvo teñida por la reacción airada de varios asistentes, de una manera que según muchos fue desproporcionada. Preguntándome por las razones de ese comportamiento, identifico sobre todo dos: 1) que la preparación de ese proyecto empezó hace más de dos años, y que aparte de una reunión muy preliminar en Junio de 2010, sólo el jueves pasado se convocó al conjunto de ciudadanos, y eso después de que fuera aprobado el anteproyecto; que el anteproyecto revierte la calificación bastante reciente de algunos terrenos con el consiguiente perjuicio económico para los vecinos afectados; que se simuló generosidad por parte del Ayuntamiento al conceder 60 días para presentar alegaciones, omitiendo que la reunión tenía lugar cuando ya habían pasado 30 de esos días y sin dar garantías del tipo de consideración que se le dará a las alegaciones –que tal vez algunas personas ni siquiera saben cómo presentar; 2) que los argumentos expuestos por el equipo experto fueron muy pobres, tanto desde el punto de vista técnico –diciendo que desconocían si una normativa determinada se había modificado o no en Baleares- como desde el punto de vista del conocimiento y respeto por la idiosincrasia de los habitantes, nuestra cultura y nuestro entorno; además, el equipo experto demostró estar en esencia alineado con la posición del grupo dirigente del Ayuntamiento, y con ello desdeñó a los asistentes que genuinamente tenían derecho a mostrar preocupación por unas decisiones que a duras penas podían anular.

Resumiendo, el Ayuntamiento ha tenido una actuación muy desacertada al no informar de forma oportuna y honesta a los vecinos del pueblo. Tratándose de un tema tan sensible, debía haber presentado opciones mucho antes de aprobar un anteproyecto; debía haber presentado un análisis de pros y contras y sus respectivas consecuencias económicas; debía haber convocado reuniones periódicas con el pueblo; debía haberse reunido con las personas más afectadas, entre otros. Las reuniones con otros grupos de interés, incluso con los alcaldes anteriores, son válidas pero no son ni las más importantes ni suficientes. El pueblo es de los mercadalenses, y por tanto, los vecinos han protestado molestos y hasta ofendidos. ¿De verdad nos extraña? La falta de transparencia, las sospechas de favoritismo, y otras interpretaciones que pueda tener la forma en que se ha llevado el proceso, son un desprecio a la razón de los vecinos, y cuando alguien se siente despreciado, reacciona.

Carmen de Vicente
Es Mercadal