Cartas de los lectores

Este es un día de ilusión, a veces es el único día del año. Para este 2012 pido para personas importantes de nuestra ciudad los siguientes regalos:

A los 8 regidores del PP.
1º Un camión de bomberos
2ºUn cajero automático
3º Una piscina de niños
4º Una jardinera
5º Un kit de estética
6º Una ventanilla para cobrar impuestos
7º Un piano y una levita
8º Un tren para pasearse por el Ramal

A los 3 del PSOE.
Una cocinita
Un pupitre
Un archivador

Al de EM-IU
Un llargandaix

A la del PSM
Un belén

En cuanto a otras entidades:

Al Casino, sillas nuevas
Al Club de Jubilados, más espacio
A Ca na Divina, una máquina de churros
Al C.D. Alaior, un futbolín
Al Jovent, apoyar la cantera
A Can Florencio, Xavi de pinche
A las amas de casa, una Termomix

Que los sábados los Reyes Magos traigan un mercado de productos autóctonos, a mejor precio.

Feliz y más próspero año 2012.

Miguel Perea Cavaller
Barcelona

Carta al señor Mariano Rajoy

Señor, no tengo el gusto de conocerle personalmente, pero dicen de usted que es inteligente, tranquilo, frío, y que sabe escuchar.

Creo que entenderá lo que voy a exponerle seguidamente.

Durante la campaña para las municipales, la Sra. Reynés, alcaldesa de Mahón, dijo que en principio no subiría el I.B.I., que intentaría dar un respiro a los sufridos contribuyentes; pero visto, lo visto, desde el Gobierno Central que usted preside ya nos avisan de lo que nos viene encima.

La noticia en principio positiva es, el aumento del uno por ciento de las pensiones de los jubilado, bienvenido sea, pero como siempre hay peros, cuando llega, antes ya han subido muchas cosas.

Le cuento una, el primer placer que tengo por la mañana es leer el diario "Menorca", hoy pagué el último recibo del año 2011, treinta con noventa, pago por meses, 30,90 euros, pero desde ya serán 36,70 euros. ¿Observa la diferencia? Para una paga importante eso es una bagatela, pero para las más bajas es un porcentaje importante.

Intentaré conservar este privilegio porque soy veterana, pero espero que cuando use el último billete, el Consejo de Administración me dedique una esquela sin cobrar un duro.

Le deseo mucha suerte, si puede pida cuentas a quien malgastó el dinero de todos.

No le felicito por el éxito conseguido, le tocó una herencia, si no maldita, sí envenenada, me reservo hacerlo al final de la legislatura si procede. Suerte.

Francisca Carreras Capó
Maó

Agradecimiento a la consellera de Cultura

Una de mis preocupaciones, siempre ha sido el disponer de material relacionado con Menorca. A lo largo de los años, me doy por satisfecha al observar mi librería con unos seiscientos ejemplares exclusivos de la isla, algunos de ellos antiquísimos, muy raros por el decir de los entendidos. Amén del archivo fotográfico, máxime si se tiene en cuenta que lo poco de que dispongo ha sido a base de "anar a poc a poc i en bones", invirtiendo en ello, cuando mis amigas adquirían preciosos modelos, astracanes y visones. Me conformé con la confección casera y abrigos de paño, el de toda la vida.

Es por ello, mi admirada consellera, que aplaudo y felicito su decisión de limpiar los sótanos. Ello la enaltece, demostrando ser una mujer decidida y práctica, amén de su valía y su buen hacer en bien de la cultura que tan coja ha ido estos últimos años.

No crea señora Baíllo que hablo por hablar, infinidad de veces recorrí los despachos del suntuoso palacete de la plaza de la Biosfera, entregando presupuestos que me eran pedidos y una vez entregados tras decirme la próxima semana nos pondremos en contacto con usted, pasando los meses y los años "sense dir-me ni peix frit". Dejando de lado y despreciando mis trabajos de investigación de infinidad de temas interesantísimos, y no es que lo diga esta servidora, la gente de la calle me lo pide constantemente, extrañada viendo otros que lograban ser publicados.

Es por todo ello que, repito, gracias, muchas gracias señora Baíllo por la oportunidad de cuantos no disponían de alguno de los libros que se han puesto a la simbólica venta de un euro. Con los tiempos que corremos los Magos de Oriente, harán felices a muchos lectores.

Y por último, elogiar el detalle de caballerosidad de su esposo, que estoicamente aguardaba el riguroso turno en la larga cola del Consell Insular para poderse beneficiar como un ciudadano más.

Margarita Caules
Sant Lluís