Leía en la prensa local la noticia de que la Cámara de Comercio ha pasado de más de 8.000 afiliados obligatorios a 22 de voluntarios, lo cual demuestra el sentir de los comerciantes e industriales hacia la utilidad de la Cámara y la constatación de que es un órgano totalmente inútil y prescindible.
Si yo representara a una institución con el descrédito que tiene la Cámara y lo constatara en el momento en el que al dejar de ser obligatoria su pertenencia solamente quedaran 22 afiliados, me iría a mi casa con el pesar de representar algo tan poco apreciado e innecesario y que se ha mantenido a fuerza de obligar a los empresarios al pago de unas cuotas que en ningún momento de forma voluntaria están dispuestos a soportar ya que las cifras me desacreditarían para poder decir que es un organismo necesario y que da servicio a muchos empresarios. En cambio la presidenta de la Cámara se va a llorar al Sr. Bauzá, para que busque fórmulas que le permitan seguir manteniendo el chollo y espero que el presidente de Govern entienda que en un momento de crisis como la actual hay cosas más importantes que mantener y no algo tan obsoleto e inútil como la Cámara de Comercio y no vaya a cargar a los empresarios con tasas o impuestos poco populares. Esta sinrazón de querer seguir manteniendo al cadáver en formol, es la que hace que crezca la opinión de que las cuotas obligatorias solo servían para pagar viajes –dicen– de promoción de unos cuantos a costa de los obligados a pagar.
Cualquier organismo que pasara de 8.000 afiliados a 22, a la fuerza tendría que desaparecer, sean coherentes y háganlo no intenten mantenerlo más a costa de obligar a los demás. Los tiempos corren y las tendencias varían. Ustedes en otra época pudieron tener su función, no lo pongo en duda, pero en este momento están intentando dar unos servicios que nadie pide, porque los han superado las pymes y demás organismos empresariales y estatales, han quedado obsoletos y solo se han mantenido gracias a una Ley impopular que obligaba a la pertenencia a las cámaras, y sin la cual las cifras son demoledoras. No son un organismo oficial, no son un organismo privado, ¿qué son? ¡Ah, son la Cámara!, ¿de que sirve? , se pregunta la gente, "De nada "es la respuesta mayoritaria, ya ve 22 afiliados han quedado cuando ha dejado de ser obligatoria su pertenencia y que supongo son los que forman la Junta de la Cámara que por vergüenza no se han dado de baja, y esperan que por algún milagro puedan seguir manteniendo el puesto.
En cuanto a las cuotas de este año que dicen pertenecen a 2009, y que aún intentan cobrar, esto queda aún por ver y en mi caso voy a dejar que sea Hacienda quien decida, ya que el año pasado la pagué de forma obligatoria (tres euros de recargo) cuando me llegó por Hacienda y allí se especifica claramente que pagaba la cuota del año 2010 en base al IRPF de 2008, por la tanto voy a esperar que ustedes recurran a Hacienda para que me la haga pagar (así se entretendrán un rato, ya que ahora y como casi siempre el único trabajo que han hecho es hacer que la gente pague) y si Hacienda me manda una notificación para que pague la cuota de 2011 veré en base a qué, y después ya decidiré si les hago la última limosna de 27 euros o también la recurriré.
Alfredo Benosa Majos
comerciante
Sant Lluís
El martes fui a "Es Cau"
Estaba dándole vueltas a la llegada del otoño, a pesar de que la temperatura sea veraniega y suframos los sudores que no tuvimos en julio, el otoño está esperando a la vuelta de la esquina. Estaba dándole vueltas a la atmósfera de pesimismo que respiramos, a la tristeza generalizada que se extiende ante la falta de un futuro esperanzador, estaba dándole vueltas a la pena que produce que ante la imposibilidad de ver mejorado nuestro presente, exista una perversa alegría general cuando a los demás les va mal. Jaleamos, como zombis coléricos, cada noticia de despidos de trabajadores públicos o privados que eran fijos porque pensamos que se lo merecen, que si nosotros no tenemos trabajo, o es precario, seremos más felices si a ellos les echan o les recortan sus derechos.
Estaba dándole vueltas a lo difícil que nos resulta mirar más allá de nuestras narices, al poco esfuerzo que hacemos en contrastar las noticias, a lo cómodo que nos resulta quedarnos en los titulares y criticar de forma furibunda al que intenta moverse y actuar, justificando de esta manera nuestra estancia en el sofá, como si fuéramos sabios altaneros en un mundo donde todos lo hacen mal menos nosotros.
Estaba dándole vueltas a lo limitados que estamos para ponernos en el sitio de los otros, para intentar comprender el sufrimiento ajeno, para ejercer la empatía, para canalizar nuestra frustración y apuntar a quien realmente se lo merece.
Estaba dándole vueltas a esos temas y el nivel de metafísica empezaba a resultar rallante. Pero, alguien a quien quiero mucho, me sacó del ovillo y me invitó a "Es Cau".
Y allí, entre boleros y habaneras, entre la nostalgia por los que se fueron, pero aún viven en el recuerdo, con la alegría de los que continúan y sostienen un espíritu Mediterráneo, tan de la isla, tan nuestro; en buena compañía y con una leve tramontana acariciando mi rostro, sonreí de nuevo. Huyeron fantasmas y se alejó la melancolía.
Todo lo negro que ustedes quieran, pero existen personas que siguen sonriendo por dentro, que comparten de forma altruista, que seguirán moviéndose y respirando con curiosidad y visión crítica. Porque una vez más pude confirmar que sí, que puede que sean pocos, pero que de ninguna manera están solos.
José Cabezas Moyano
Sant Lluís
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