No cabe la menor duda de que el transcurrir de los años conlleva cambios importantes, si no en lo substancial sí al menos en lo circunstancial, un ejemplo lo tenemos en la celebración de la fiesta del Corpus.Los más mayores del pueblo recuerdan los bonitos altares distribuidos por las calles de Sant Lluís. En la fachada de la Acción Católica se colocaba uno de ellos, vistoso y solemne, formado por cuatro columnas del altar mayor de la iglesia anterior a la guerra civil y el marco que acoge el Sagrado Corazón de Jesús (Propiedad del sacerdote Antoni Orfila, es capella de Llucalari) hoy conservado en la rectoría de la parroquia.Además había otros altares que acogían la presencia de Jesús Sacramentado para su adoración pública, baix des Cós, davant ca'n Pedro es Ferrer, façana de ca'n Pleta (Calle D´Allemand).
Además se realizaba el tapizado de la calle con bonitas alfombras de flores davant s'estany, las colgaduras en las ventanas, y como no, la antigua procesión de Jesús Sacramentado que se celebraba por las calles del pueblo. Aquella festividad del Corpus en Sant Lluís era entrañable y una manera de vivir la piedad que acompaña a Jesús Sacramentado con oraciones y cánticos.
En definitiva, el estilo de vida del Evangelio nos ha ayudado a seguir con una sociedad más justa y fraternal. La memoria del pasado nos ayuda a revitalizar aspectos positivos de la vida.
René Carreras Tudurí
Sant Lluís
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