Cartas de los lectores

Entre los ocho municipios, somos 3.646 británicos con derecho a voto en las próximas elecciones. Para animar a los británicos a ejercer su derecho a voto en mayo de 2011, ABC Menorca, una asociación apolíticca de profesionales de habla inglesa, está organizando una serie de encuentros informales con representantes de los diferentes partidos que se presenten para las elecciones. Queremos poner caras a las siglas de los diferentes partidos políticos. Queremos escuchar sus propuestas para la Isla y hacerles preguntas. Una falta de entendimiento es un gran enemigo de la democracia.

Para poder organizar encuentros con uno o varios representantes de los diferentes partidos políticos de Menorca, les invitamos que se pongan en contacto con nuestra secretaria, Wendy Mitchell (wendy@abcmenorca.com) para poder concretar una cita. Con nuestros 3.643 votos, los británicos tienen una voz en las urnas, pero antes de expresar nuestra opinión, tenemos el deber de conocer las ideas de nuestros representantes políticos. Les animamos a aceptar nuestra invitación.

Junta de ABC Menorca
Colin Guanaria (Presidente)
Jake Burdess (Vice-Presidente)
Wendy Mitchell (Secretaria)
Nick Millan (Tesorera)
Maó

La grosería
del agente municipal
Es triste tener que optar por un título tan contundente, para lo que voy a exponerles, pero desgraciadamente no se me ocurre otro que se ajuste más a la realidad. Por otro lado, ya sé que este escrito no tendrá otra utilidad que la de mi desahogo. Este impresentable seguirá patrullando por nuestro municipio y, lo que es peor, tendrá que tener contacto con más ciudadanos.

Permítanme que les exponga los hechos: El pasado 24/11/10 aparqué mi vehículo en una zona de carga y descarga de la calle Bisbe Gonyalons. El tiempo que tardó mi hermano en dejarme con sus hijas, sacar su coche del parquing que tiene en Vives Llull y dar la vuelta por la rotonda del "Joan Ramis" para volver a Bisbe Gonyalons, ya estaba mi coche enganchado por la grúa en compañía del agente M040005. Créanme, no fueron más de diez minutos. Todavía no me explico cómo pudieron ser tan rápidos. En fin, cometí una infracción y por tanto tengo que asumir la sanción correspondiente.

Lo que no asumo de ninguna manera es que al relatarle los hechos al agente, éste se dirigiera a mí con una grosería, prepotencia y mala educación tan desmesurada. En ningún momento le di motivos para ello.No dudo de los conocimientos técnicos de ese agente, pero sí que puedo afirmar rotundamente que no debería estar de cara al ciudadano. Sus aptitudes en cuanto al trato correcto para con los contribuyentes son absolutamente nulas. Ser policía va mucho más allá de hacer cumplir la normativa. En este sentido, no está capacitado para un trabajo que requiere muchas veces el trato directo con los habitantes de nuestro municipio. En todo caso, convendría que le refrescaran su formación teórica, recordándole que la Ley 6/2005 de 3 de Julio de Coordinación de las policías locales de las Illes Balears, establece en su articulo 46, apartado d) "Observar una conducta ajustada a la dignidad de la profesión, tratando con respeto a los ciudadanos".

Pienso que es una pena que solo pueda referirme a este agente con su número de identificación, porque de este modo sólo se harán eco de quién es este mal profesional sus jefes y compañeros. La cosa no trascenderá mas allá y todos los que ya han tenido algún encontronazo con sus malos modales, que los hay, no podrán reconocer de quién se trata para ver cómo no ha corregido su imperdonable defecto. Seguramente con ellos también debió finalizar la conversación con un último exabrupto, indicándoles que si tenían algún problema fueran a ver al Alcalde. Un pobre razonamiento que seguro que utiliza de manera muy recurrente. Finalmente sé que no me queda otra que resignarme. Probablemente en unos días saldrá una carta de la Jefatura de policía alabando el buen hacer de sus profesionales y esto quedará en añada. Sería un milagro que tuviera la valentía de aplicar las suficientes medidas correctivas a esta persona.

Estoy segura que nuestra policía puede ser firme en la aplicación de la normativa sin perder los modales. Aunque en este caso concreto, me atrevo a asegurar que no los perdió, porque no los debe haber tenido nunca. Es una lástima que, desde el órgano de gobierno correspondiente, se permita que personajillos como este sujeto ensucien el buen hacer de nuestra Policía Local.

Dolors Iglesias Gordillo
Maó