Ha muerto Paco Cardona, un hombre bueno que supo caminar siempre por los angostos senderos de la Fe y fue fiel a los signos de los tiempos de los que tanto nos habló el Papa bueno, el inolvidable Juan XXIII.
Paco, cristiano viejo y a la vez eternamente joven, firmemente convencido de que la formación continuada era imprescindible para transitar por los caminos del Amor y, al mismo tiempo, dar un testimonio adulto de su esperanza, fue cofundador, a principios de los años 70, de la Escola de Teología de Menorca, en la que ejerció el difícil cargo de tesorero. Y digo difícil porque la Escola funcionó siempre bajo el signo de la gratuidad. Los grandes teólogos que nos visitaron, ése era el trato, jamás cobraron un solo céntimo. Marchaban felices con la "fogassa de formatge" que na Marga d'Alaior les regalaba. En aquel entonces nos visitaron, entre otros, Nepo García Nieto, Giulio Girardi, José María González Ruiz, Alfonso Comín, José María Díez Alegría, etc... Eran los tiempos del post Concilio, con sus ventanas abiertas y su "aggiornamento".Conocí a Paco y a su Concha en 1986, año de mi regreso a Menorca, en el que me adherí a ambos en busca de seguir formándome. Lo recuerdo en Monte Toro cuando, previo a la presentación del teólogo de turno, nos recordaba la necesidad de cooperar económicamente para sufragar los pasajes. Nos hablaba de la importancia de que los laicos costeáramos íntegramente los gastos de la Escola, ya que así seríamos más libres que si dependíamos de subvenciones.Paco, como tantos otros, buscaba la Verdad a través, también, de los testimonios de fe y vida de tantos buenos teólogos que pasaron con nosotros los fines de semana legándonos un precioso ejemplo de humanidad y sencillez, siendo sabios.
No me cabe duda de que a muchos nos ayudaron, en su rica diversidad, en la búsqueda de esta utópica Verdad a la que tantos han contribuido en libertad.
El buen amigo, gran conversador y valiente hombre libre que fue Paco Cardona ha llegado ya a la Verdad Completa y goza del Amor al que dedicó su existencia.
Juan Miguel Pons Vinent
Maó
Androides
En el año 1950 una nave espacial venida de otra galaxia aterrizaba en un parque de Nueva York muy cerca de la casa de color para salvar la tierra. Klaatu barada nikto es la legendaria frase que usaba el extraterrestre o tripulante del OVNI para controlar a su descomunal robot.Fue un tremendo error que las autoridades de aquel país el FBI, la CIA, y el Teniente Colombo, dejaran escapar al extraterrestre rumbo a su planeta sin antes haber intervenido el numero de su teléfono móvil, (los extraterrestres en 1950 ya tenían teléfono móvil), ¡y que suerte tuvo el ET!.
Se imaginan si después de tantos años le pidiésemos que regresara a la tierra para que pusiera orden? ¡No sabría ni por donde empezar a meter mano!..Pero los humanos, algunos más que otros, también son inteligentes y trabajadores. Qué duda cabe que en el país del sol naciente, Japón, son mas avispados que otros países incluyendo los españoles. Los japoneses son disciplinados, perseverantes, tenaces...Que quizás influenciados por estas películas de ciencia-ficción llevan años intentando construir un androide que sea lo más parecido a un ser humano, y ya casi lo están consiguiendo. Los últimos prototipos ya pueden andar, subir escaleras, vigilar parquímetros.....
Que bueno sería tener una raza de andro-gobernantes para reemplazar a todos los políticos que tenemos actualmente administrando el país y poderlos mandar a la oficina del desespero a rellenar impresos, y que allí les dieran su correspondiente cartilla, pero por incompetentes.
Pueden imaginarse ustedes los cientos de millones de euros que nos ahorraríamos teniendo sólo a unos pocos de estos androides gobernando la nación.
No les quepa duda de que las cosas cambiarían eficazmente, los currantes y pensionistas que no vivimos de la política estaríamos mejor, más tranquilos, y menos congelados.
Cuánta razón tenía el viejo boticario don Hilarión cuando en la famosa zarzuela "La verbena de la paloma" decía aquello de, "hoy las ciencias avanzan que es una barbaridad". Pero el pobre boticario no tenía ni la más precaria idea de hasta qué punto podrían llegar a avanzar, principal y descaradamente, las "ciencias del interés".
Con un poco de suerte, al paso que van las cosas pueden estar seguros que dentro de no muchos años todo esto se habrá logrado. Tendremos androides en el Senado, en el Consell Insular, en los Ayuntamientos, y ¡gracias a Dios! no tendremos necesidad de dar el voto a nadie, ni preocuparnos por la corrupción de los políticos, y lo más importante es que nuestros impuestos bajarán.
Pero los humanos, incluidos los japoneses, en gran parte también somos algo ingenuos, porque cuando hayan conseguido que todos estos maravillosos inventos estén dispuestos para que gobiernen decentemente y cumplan con los compromisos que les han sido establecidos, sus creadores no se conformarán ni tendrán suficiente, y se empecinarán en que tengan comprensión, conciencia, y un alma parecida a la de los seres humanos.
Y éste será el gran chasco, porque cuando esto ocurra estaremos otra vez como antes, o quizás peor.
Klaatu barada nikto = Nos estamos recuperando de la crisis.
Francisco Pérez Llabrés
Ciutadella
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