Estas políticas profundamente antisociales, precisamente, son las que exigen los poderes económicos, los responsables de esta crisis. La política de los gobiernos se ha puesto enteramente a su servicio. Debemos calificar de hipocresía la apelación a la solidaridad y a "arrimar el hombro" en boca de responsables políticos que están de acuerdo en declarar tema tabú la injusta política fiscal que padecemos. Sólo un dato, en Menorca se habla de que se van a ahorrar 2,9 millones de euros con la reducción salarial y la remodelación del Consell, pero nadie nos dice, ni cuantifica cuánto se podria recaudar si se colocase la presión fiscal al nivel de la media de la Unión Europea. Algunos economistas independientes hablan de que si se llevase a cabo esa reforma fiscal la cifra recaudada en la isla podría rondar una recaudacion de 4.100 millones de euros.
Éste es el debate esencial –la fiscalidad– que se quiere esconder y que debemos exigir de prioritario e inaplazable.
Esto nos debe reafirmar en un compromiso de denuncia y movilización para exigir unas políticas sociales y laborales al servicio de los intereses de la clase trabajadora, nos debe animar a participar en la movilización del 2 de junio a las 19 horas frente a la Delegación del Gobierno Central y sobre todo nos debe obligar a preparar una huelga general, si el Gobierno de Zapatero persiste en sus ataques a la clase trabajadora, aprobando mediante otro decreto ley la reforma del mercado de trabajo, cargándose de un plumazo no sólo derechos esenciales, sino tambié los espacios y el marco del Diálogo Social.Los mayores logros y derechos se consiguieron en los 80 y los 90. Aquellas épocas no eran más sencillas que las actuales y no había excusas para no movilizarse. Supimos pelear en un contexto difícil y en el año 2010 tenemos la obligación de pensar en las generaciones actuales y venideras. Quieren que salgamos de esta crisis sin derechos. Les tenemos que demostrar que en cada máquina, en cada taller, en cada oficina hay personas dispuestas a defender sus derechos.
Iñaki Silveira Lorenzo
Ciutadella
Reclamaciones
a Vueling
Y por ende a Iberia (mater de Vueling) , el que sea una línea de bajo coste (que es un decir) pues un viaje de ida y vuelta de Maó a Barcelona cuesta 120€, como mínimo, o sea que de barato no tiene nada, sin embargo sus deficiencias son varias, la puntualidad brilla por su ausencia, o que te extravíen el equipaje en un trayecto tan pequeño, o que puedan cambiarte el horario con una diferencia de 8 horas,y si quieres cambiar el billete, vale más comprar uno de nuevo, o sea que lo barato… sale caro.
Esto cuando no quieren hacerte pagar la primera maleta.
La verdad es que he tenido malas experiencias con esta compañía, prefiero volar con Air Europa, pues con esta hice 24 trayectos y nunca tuve ningún problema, con Vueling 6 trayectos 4 problemas.
En este último, que fue el 26-5-10, de las dos maletas me extraviaron una de 23 kg y no la recibí hasta el 30-5-10, después de haber realizado la denuncia el día de llegada, y varias llamadas telefónicas y visitas a la oficinas de reclamaciones de Barcelona y Menorca.
Supongo tengo derecho a alguna indemnización al haber pasado más de 24 horas en la recepción, pues fueron 100 las horas de espera.
Esto que en el Aeropuerto de Menorca al lado de los mostradores de Vueling hay un supervisor, pero creo que sería mejor que estuviese en el almacén de maletas, para supervisar que cada una fuese con el vuelo asignado.
Que les falte experiencia a Vueling no es excusa, pues pertenece a Iberia, ¿no? Iberia es la compañía mas antigua de España, ¿no?
Miguel Perea Cavaller
Alaior
Peregrinación diocesana a Santiago
Del 22 al 29 de mayo ha tenido lugar una peregrinación diocesana a Santiago de Compostela, con motivo de ser año santo, y con el fin de ganar el Jubileo.
La peregrinación estuvo encabezada por el Sr. Obispo de Menorca, Mons. Salvador, y nos acompañaron los sacerdotes D. Guillermo y D. Emiliano, a quienes siempre agradeceremos su presencia y el cariño que nos han dado.
Los más de cuarenta peregrinos menorquines fuimos guiados por Sor Maria Bibiloni, experta viajera, acompañada por Sor Catalina.
El camino de Santiago se inició en Roncesvalles y culminó en Compostela.
En la vigilia de Pentecostés celebramos la eucaristía en la Colegiata de Roncesvalles, abarrotada de peregrinos, y ante una precisa imagen de la Virgen que nos saludaba con cariño. Navarra se nos presentaba ante nosotros con montes y valles cubiertos de hayas frondosas y esbeltas.
Mons. Salvador en su homilía compara el camino de Santiago con el camino de nuestra vida, resaltando tres puntos: la universalidad, ser Iglesia y dar testimonio.
El día de Pentecostés estuvimos en Pamplona, bella ciudad, antigua capital de un reino, cargada de historia y tradiciones. Visitamos la ciudad de San Fermín, allá donde corren los toros. Celebramos la misa en la Catedral, que nos acogió ante la mirada atenta y aturdida de la Virgen del Sagrario.
Pasamos por Santo Domingo de la Calzada, referencia importante dentro del camino y con un testimonio de fe que llega al corazón.
Tras atravesar la Rioja con sus tierras repletas de viña, Castilla nos esperaba con sus campos sembrados de cereales.
Burgos nos abrió sus puertas. La catedral gótica, repleta de historia, nos recibió y en la capilla del Santo Cristo celebramos la misa, siempre dando gracias a Dios por poder estar allí.
Pasamos por Frómista, donde visitamos San Martín, joya del arte románico puro y sobrio. Seguimos por Carrión de los Condes, punto de referencia en el camino.
Llegamos a León, antigua capital de un reino que rivalizó con Castilla, y que tuvo su esplendor. Aquí caímos rendidos ante su catedral gótica, bella entre las bellas por sus preciosas vidrieras, donde la luz de Cristo ilumina de forma permanente. Celebramos la misa en San Isidoro, donde el Santísimo se halla expuesto todo el día.
También pasamos por Astorga, ciudad importante en la que destaca su preciosa catedral.
La emoción se desbordaría cuando nos acercábamos a Santiago, con su preciosa catedral y con el apóstol que nos esperaba. Ante una plaza del Obradoiro preciosa se nos abrió la catedral Compostelana, donde a las 12 horas del día 26 celebramos la misa del peregrino, presidida por nuestro obispo. El templo estaba repleto de peregrinos procedentes de todo el mundo.
Aquí te das cuenta de la universalidad de la Iglesia, y de la gente que la quiere. Al finalizar la misa se incensó con el famoso botafumeiro, y voló tan arriba que parecía alcanzar el cielo. En estos momentos te ves tan pequeño y das gracias a Dios por estar allí.
Más tarde pudimos abrazar y besar el Santo Apóstol, al cual encomendamos a nuestros familiares y amigos, a las gentes de Menorca, y a nuestros sacerdotes.
En estos momentos los peregrinos vivimos algo inolvidable, ya que estábamos en Compostela, pero creíamos tocar el cielo.
Menorca se hizo presente en Compostela, y allí nos encontramos con el apóstol que nos acercó más a Cristo.
Todos disfrutamos mucho en este viaje, y estamos orgullosos de pertenecer a la Iglesia, y en especial a la Diócesis de Menorca.
Regresamos a casa sanos y salvos, con ánimos renovados, y con unos recuerdos que nunca olvidaremos.
Damos gracias a Dios por nuestro peregrinar a Santiago, por todo lo que hemos visto, vivido y sentido. El camino de Santiago siempre estará en nuestros corazones y nosotros estaremos más cerca de Cristo.
Antonio Mercadal Sintes
Sant Lluís
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