Miquel Àngel Casasnovas, Adolfo Vilafranca, Francisco Tutzó, Juan Miguel Llompart, y Núria Torrent, durante el encuentro con el Cercle d’Economia. | J.P.F.
Es consciente de que está gobernando en minoría y que está gestionando la primera institución de Menorca con unos presupuestos prorrogados. Pero Adolfo Vilafranca Florit, que a los 44 años preside el Consell insular, se muestra tranquilo, sin indecisiones e incluso locuaz en el segundo encuentro que mantiene con los socios del Cercle d’Economia.
Nos referimos a aquellas últimas cuentas aprobadas por PSOE, Més y Podemos, cuando la izquierda confiaba aún en seguir al frente del Consell. Pero en junio de 2023 el tripartito perdió, tanto por sus desacuerdos como por la incapacidad para dar respuesta a los problemas de los menorquines. Vilafranca relevó a una atribulada Susana Mora en el despacho principal de la sede de la plaza de la Biosfera de Maó.
El 31 de octubre del año pasado, el presidente del Consell se comprometió a volver a reunirse, un año después, con la entidad que preside un siempre activo Francisco Tutzó para realizar balance de su actividad y someterse a las preguntas de los integrantes del Cercle d’Economia. Adolfo Vilafranca ya había aprendido los tempos, los signos y los designios de la política con Santiago Tadeo, de 2011 a 2015 cuando ejerció como director insular de Servicios Generales, Trabajo e Innovación, y como conseller de la oposición, de 2015-2019.
Ahora ha madurado. Y gobernar en minoría lo ha curtido. Al plantear Miquel Àngel Casasnovas la redacción de un ‘proyecto estratégico de isla’ a quince años vista, responde con convicción. «Hay decisiones que pueden acarrear costes políticos o electorales a corto plazo, pero resultados muy positivos a medio y largo, y si quieres hacer las cosas bien es preciso adoptar medidas que pueden resultar impopulares, pero son las acertadas», afirma, contundente, el presidente Vilafranca.
RESIDUOS EN ORIGEN
Expresa su preocupación porque sólo un veinte por cien de los menorquines lleva a cabo la separación de los residuos en origen y se muestra a favor de extender la recogida selectiva. Alude a las veinte tipologías de residuos que no están previstas ni incluidas en el contrato adjudicado el 2015 a la UTE formada por Cespa y Adalmo para la gestión del vertedero de Milà durante 25 años. La normativa ha cambiado en 2021 y 2022, y los contratos presentan deficiencias técnicas como la eliminación de las barcas de casco de fibra. Al frente de una institución, el Consell de Menorca, que ha pasado de una plantilla de 450 empleados en 2011 a 600 en la actualidad -en el área social es donde más ha aumentado-, el presidente Vilafranca Florit ha redactado su propia hoja de ruta hasta mayo de 2027.
OPACIDAD DE LA OSP
La piedra filosofal de esta hoja consiste en la despolitización. «Hay que despolitizar las obras de la carretera para aplicar los criterios de quienes cuentan con conocimiento, experiencia y preparación, que son los técnicos, ingenieros de obras públicas y profesionales rigurosos. Nos equivocamos cuando nos dejamos llevar por el debate político y desoímos a los técnicos», sostiene el presidente que no pudo rechazar la gran propuesta de Misericordia Sugrañes y Cristóbal Marqués para encabezar la candidatura del PP al Consell.
En el transporte aéreo también hay que despolitizar las obligaciones de servicio público, responde a Rafel Suñol, que fue consejero de Spanair y de Red Eléctrica de España a propuesta del entonces presidente de la Generalita catalana José Montilla. Suñol, que integra el perspicaz tridente económico con Guillem López Casasnovas y Joaquín Coello, reclamó datos concretos sobre trayectos, ocupación, tarifas y resultados de Iberia y Air Nostrum. La respuesta de Vilafranca fue tan rápida como escueta: «ya lo hemos pedido, queremos todos los números de las OSP sobre la mesa, pero la opacidad es enorme y sólo nos dan gráficos que no aportan nada». Reclama también el presidente despolitizar la conectividad. «Pero el Ministerio se niega a facilitar al Consell los datos de las OSP con Menorca que permitirían conocer la situación y adoptar las decisiones», concluye.
ROSSELLÓ, CESADO
En diciembre de 2010, Joan Rosselló, hasta entonces sargento de los Bomberos de Palma, fue nombrado jefe de servicio de los Bomberos de Mallorca. Según «La Gaceta de Baleares», Rosselló dimite ahora como jefe de Bomberos de Menorca al haber recibido una «seductora oferta profesional en Escocia».
Pero la realidad, que siempre es tozuda, es otra. Rosselló, licenciado en Geografía, que entró en el Consell menorquín de la mano de Cristina Gómez en 2021, se marcha porque ha perdido la confianza del equipo de gobierno. Vilafranca y Simón Gornés no prorrogan el contrato de comisión de servicios que lo vinculaba a la institución.
El afán de notoriedad de Rosselló, sus decisiones que crean crispación y confusión, y la entrada en esta polémica del STEI -que dribla a CCOO y UGT- han provocado su cese.
Las preguntas de la semana
¿Cuál es la estrategia de negociación de Héctor Pons para aprobar los presupuestos municipales de 2025?
¿Cuál será el futuro de la Sala Augusta y de la antigua nave de la SEAT de Maó?
¿Cuándo estarán redactados los proyectos para construir el segundo Centro de Salud de Ciutadella y el Conservatorio de Música en Maó?
¿Qué datos aportará Hidrobal ante la comisión municipal de la crisis del agua de Maó que se reúne mañana?
¿Qué resultados darán las jornadas de la Asociación de Empresas Forestales de Menorca para recuperar el rendimiento de los bosques de la isla?