TW

Actualmente existen estudios en proceso en las mejores universidades de Europa, USA y demás lugares del planeta interconectados entre ellas en aras de la consecución de una longevidad sin enfermedades crónicas ni otras degenerativas asociadas a la edad.

Tenemos una gran diferencia entre el healthspan, duración de una vida en condiciones de salud, y el lifespan, o duración de la vida sin contar solo el período de salud.

Según los últimos estudios realizados en las zonas del planeta con personas más longevas y sanas, existen una serie de hábitos que producen y ayudan a la tan buscada longevidad saludable:

  • Alimentación frugal, con moderación en cuanto a la cantidad de ingesta, de productos de la zona y de temporada. Pensemos en cambio en nuestra sociedad actual, la fusión culinaria y el exotismo que es casi obligatorio en gran parte de restaurantes.
  • El vino está bien considerado en las zonas donde se produce, siempre también con moderación y en las comidas. Pensemos en la moda que se extiende de tomar vinos como si fueran agua. Es precisamente la famosa agua la que conviene tomar diariamente en cantidad.
  • Parece ser que una infusión es saludable. Probablemente influye la tranquilidad y el tiempo para tomarla sin prisas.
  • Respecto a la carne, en estas zonas la comen en pequeñas dosis y el pescado, si lo hay, azul. Legumbres, verduras, frutas, semillas, frutos secos. En general son dietas hipocalóricas.
  • El ejercicio físico se realiza cotidianamente a lo largo del año y consiste en ejecutar los trabajos utilizando herramientas manuales cuyo manejo requiere un esfuerzo físico. En el norte de Europa los hombres cortaban árboles a mano, comían tocino frito y no adolecían de tasas de colesterol altas. Cuando mecanizaron la tala comenzaron a aparecer analíticas con hipercolesterolemia.

En nuestra sociedad actual, mecanizada e informatizada las personas nos habituamos al mínimo esfuerzo y ello perjudica también a los niños, que encuentran refugio en pantallas y pantallitas como distracción. Este tipo de hábitos de vida, además de fomentar la miopía, alejan a las personas de la naturaleza y el contacto social. Aumentan el sedentarismo y las hacen proclives a comulgar con opiniones e ideas ajenas, es decir a creer como cierta la publicidad encubierta de las redes sociales.