No nos engañemos. La jornada dominical que pretendía ser una manifestación de felicidad para el deporte insular derivó en una decepción inevitable a fuerza de derrotas. El Club Voleibol Ciutadella se quedó sin Copa y el Menorca Bàsquet deterioró su imagen frente al DKV Joventut de Badalona, enlazando su cuarta derrota consecutiva.
El representante insular en la ACB olvidó su imagen combativa frente a un rival menguado por las bajas y no tuvo argumentos para pelearle la victoria, que se le marchó definitivamente a poco de iniciarse el tercer cuarto. Las esperanzas se mantienen, sí, pero también se acortan.
No puede decirse lo mismo del Valeriano Allés Menorca Volei ayer en la final de Copa frente al Murcia, su enemigo imposible, que además maneja la normativa federativa a su antojo para contratar a jugadoras que marcan diferencias en los momentos precisos.
Éste era el torneo de las jugadoras del Club Volei Ciutadella por calidad, trayectoria, compromiso y merecimiento. Sin embargo el desenlace volvió a ser cruel y proporcional a la ilusión de las bermellonas, esa misma que habían generado entre su legión de seguidores a golpe de triunfos y más triunfos.
La censura no cabe en este grupo de heroínas, cuyas lágrimas, en la entrega de trofeos, ponen de manifiesto el carácter del grupo. Una conclusión subyace tras este dolorosa pérdida del ansiado trofeo y es que el voleibol está en deuda con el CV Ciutadella. Queda temporada por delante y hay recursos para saldarla.
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