Un hotel de Menorca con mucha historia, elegido entre los 100 mejores del mundo

Tras haberse sometido a una meticulosa restauración, Son Vell abrió sus puertas a mediados del pasado mes de junio y se convirtió en la primera oferta de la «selección de hoteles y villas privadas» que la familia Madera está configurando en la Isla bajo la marca Vestige Collection. Ubicada en una finca rural de 180 hectáreas, la casa palacio ofrece actualmente 34 habitaciones y suites de lujo, tanto en el edificio principal, de estilo italianizante, como en los edificios anexos.

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Desde su reciente apertura, el establecimiento ha captado la atención de medios a nivel nacional e internacional por la filosofía de la cadena, que se centra en proporcionar hospedajes de lujo en entornos naturales en los que trata de preservar el patrimonio histórico y cultural. De hecho, durante el proceso de restauración llevado a cabo en esta casa palacio del siglo XVIII, la marca de la familia Madera conservó gran parte de la piedra arenisca de marés y otros elementos originales.

La revista «Tatler», al incluir Son Vell en su lista de los mejores hoteles del mundo, ha resaltado no solo la arquitectura y diseño del complejo agroturístico, que recuerda al estilo veneciano y evoca una elegante residencia de la nobleza, sino también la calidad de su oferta gastronómica, especialmente en su restaurante Sa Clarisa, que pone a disposición de los huéspedes cocina menorquina con productos locales de temporada.

Menorca tiene un papel muy relevante en los proyectos de alojamiento de Víctor Madera, que ha comprado varias fincas rústicas en el campo menorquín. Hasta la fecha, aparte del complejo agroturístico de Son Vell, consta que ha tramitado como agroturismos las fincas de Son Ermità, Binidelfà, Tirant Vell y Santa Anna; y como hotel rural la finca de Torre del Ram. Según consta en la página web de la cadena, el establecimiento que próximamente verá la luz, sin que se haya concretado aún una fecha, será la finca de Santa Anna.