La anécdota con dos clientes que dejó perplejo a un taxista de Menorca

Todo ocurrió cuando se dirigía a trabajar al Aeropuerto de Menorca. Allí un chico y una chica recién llegados a la Isla le preguntaron si podían compartir taxi y la respuesta, como es lógico, fue que sí. Cuando apenas habían recorrido 500 metros, el taxista vio cómo empezaba a subir la temperatura entre los pasajeros. Empezó con unos besos, pero la cosa fue rápidamente a más, hasta el punto de que les tuvo que llamar la atención para que parasen.

[Escuche la intervención del taxista a partir del minuto 35:15]

«Tuve que tomar cartas en el asunto porque había que codificar lo que estaba sucediendo en los asientos de atrás», comenta Juan en antena. Parecía que la cosa se calmaba hasta que dejó a la chica en Fornells. «Ella se dirigía a un retiro espiritual en un barco», según le explicó. Sorprendido al ver que el chico no se iba con ella le preguntó y la respuesta acabó de descolocarle por completo: la había conocido en la cola del taxi y cada uno iba por su lado.

Una historia breve pero muy intensa que da idea de las situaciones que pueden llegar a vivirse en un taxi.