Las agregaciones que ilustran esta página han sido localizadas los últimos días en Son Saura y Es Talaier, dos playas de la costa sur de Ciutadella, aunque visitantes de estas calas aseguran haberlas visto en toda la costa sur de Menorca | Sergi Garcia

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Se trata de una materia solidificada, de color blanco y con olor a alga de mar que ha despertado la curiosidad de los asiduos a las excursiones de invierno por las calas de la Isla y el interés de los expertos por averiguar su procedencia. El material gráfico que documenta la presencia de estas pequeñas masas ha sido recogido en Son Saura y Es Talaier, dos playas situadas en la costa sur de Ciutadella, aunque sus detectores aseguran que se encuentran esparcidas por toda la costa sur menorquina.

Sin tener una teoría confirmada, la gran mayoría de expertos consultados por este periódico indican que se trata de un fenómeno de origen natural, dentro de lo común y que no tienen ningún efecto negativo para el medio ambiente y aseguran que tampoco es perjudicial para las personas. Es decir, no se trata de una sustancia contaminante ni peligrosa. Desde la Conselleria de Medio Ambiente del Govern afirman que se «han visto casos similares» en otras ocasiones y que lo más probable es que se trate de espuma de mar. Según esa fuente, experta en pesca y en fenómenos relacionados con el mar, suele formarse como consecuencia del mal tiempo, a través de las olas. «Las olas baten las algas, que tienen sustancias gelificantes y que tienden a crear jaboneras, espumas y espesantes», afirma la fuente de la Conselleria.

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