A diferencia de lo que sucede ahora con la mayoría de los jóvenes, Bartolomé Truyol dejó de ser niño a los 12 años cuando empezó a trabajar en el sector de los zapatos. Este viernes, 70 años después de su ingreso en el mundo laboral su familia y amigos le rindieron un merecido homenaje mediante una escultura con forma de abarca, erigida frente a la fábrica que tiene la empresa familiar Calzados Ria en el polígono de Ferreries.
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bone gent,qui estima menorca crea riqueza