El detenido el sábado por la mañana pasó en los calabozos dos días hasta que este lunes declaró ante el juez

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La Policía Nacional detuvo el sábado por la mañana a un hombre francés de 60 años de edad, acusado de haber intentado agredir, perseguir y atropellar a un vigilante de la estación fotovoltaica que se construye en el Camí d’Algendar, cerca de Sant Climent.

El arrestado se había aproximado a la ubicación del vigilante pasada la medianoche con una actitud agresiva y vacilante indicándole que vigilara mejor la obra porque si no le iban a robar parte del valioso material allí reunido. El vigilante, incrédulo ante la aparición del hombre, le indicó que se marchara.

Esa respuesta soliviantó al ciudadano francés que regresó sobre las 4 y de nuevo se dirigió al encargado de seguridad. Hizo ademán de sacar algo de su bolsillo y se abalanzó sobre él, empujándole este para sacárselo de encima. Su reacción fue dirigirse al coche en el que había llegado, lo arrancó y avanzó hacia el empleado de la compañía Trablisa con la intención de atropellarle.

El encargado de seguridad se subió entonces al vehículo de la empresa y lo movió hacia atrás evitando la embestida, aunque el otro no dejó de perseguirle durante unos 300 metros campo a través, aseguró en la denuncia, hasta que acabó chocando el vehículo contra un roca. A continuación se bajó del coche y huyó dejando en el vehículo a su perro. El vigilante dio aviso a la Policía Nacional pero cuando llegaron los agentes el hombre había desaparecido.

A la mañana siguiente, el ciudadano francés regresó para recuperar al perro que había pasado el resto de la madrugada dentro del automóvil, pero al percatarse de la presencia de los vigilantes volvió a abandonar el lugar sin recoger al animal.

Los policías comprobaron que el perro seguía en el vehículo, por lo que dieron aviso a la Protectora de Animales de Maó, y poco después detuvieron al presunto agresor que se encontraba en la entrada de la estación causando problemas a los operarios. Los agentes le intervinieron tres objetos punzantes que  llevaba consigo.

Tras pasar en los calabozos desde el sábado hasta el lunes, declaró ante el juez. Asistido por su abogado, José de Juan López, negó toda la acusación, dijo que no había sido él, y que no recordaba lo sucedido. El juez le dejó en libertad provisional hasta que se completen las diligencias y se dicte la apertura del juicio oral.