La acusada será sometida a juicio en una sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, en Madrid. | E.PRESS

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La sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará a una mujer de 26 años, de origen saharaui y residente en Ciutadella tras haber desestimado el recurso de apelación presentado por su defensa. El auto del juez confirma las acusaciones que derivaron en su procesamiento el pasado 25 de junio, tras haber sido investigada durante un año.

Fruto de ese trabajo policial se la pudo relacionar con la organización del Estado Islámico por las conversaciones que mantenía con otros afines a la causa. En ellas difundía la propaganda del grupo e incluso llegó a proponer inmolarse en un atentado terrorista.

Su abogado alegó en el recurso presentado contra el auto de procesamiento que no existía fundamentación jurídica para procesarla, ni tampoco concurrían los requisitos necesarios para que se mantenga en prisión preventiva desde entonces.

Una relación de familia

La relación de la mujer con sus postulados yihadistas le viene de familia. Su hermano falleció en Libia en un atentado tras sumarse al Daesh en 2016, y también un exmarido de su madre.

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«Que su hermano fuera yihadista no la convierte en una persona que haga uso y enaltecimiento de terrorismo», indica el texto de la apelación presentada por su defensa. Señala que lee el Corán y que «porel hecho de defender la cultura musulmana y cantar en su idioma no es suficiente para achacarle un delito de terrorismo».

La Sala de la Audiencia Nacional confirma, no obstante, los argumentos policiales que llevaron a la detención de la acusada, declarada apátrida al menos hasta 2015. Había sufrido una radicalización en postulados yihadistas, y se le acusa de consumir y difundir vídeos con estas consignas, influenciada por su hermano, integrado como combatiente al servicio del Daesh en el Gran Sahara hasta su fallecimiento.

Mantuvo entonces contactos con compañeros de aquel y otras personas investigadas por pertenecer a la organización terrorista en Alemania, entre otros países. Lo hacía desde su perfil en las redes sociales Telegram y Facebook en un grupo de cánticos yihadistas y asociada a numerosos perfiles amigos afines al Estado Islámico. «¿No quieres inmolarte conmigo», llegó a proponer a uno de esos compañeros el 13 de enero de 2022.

Ensalzaba a terroristas

En otras conversaciones intervenidas por la Guardia Civil ensalzaba a terroristas del Daesh y sus acciones, mostraba interés por chalecos cinturones-explosivos, objetos de doble uso y manejo de armamento e incluso se llegaba a plantear cometer acciones terroristas por sí misma.

«Espero que algún día te pongas uno de estos cinturones explosivos que pone la gente de Daesh», le había dicho a un amigo. «Que Allah esté satisfecho de mí, me da igual todo lo que precede a ese momento, que se trate de una bomba o de una cosa mala», le añadía. «Como pueda hacer algo de lo que tengo en la cabeza lo haré y me dan igual las consecuencias. Mi familia ya tiene un montón de mártires», señalaba en otra misma conversación, el 24 de abril de 2021.

El apunte

El móvil hallado en los registros de dos casas en la Isla ha resultado clave

Las fuerzas del orden practicaron dos registros en dos casas de Ciutadella en las que presuntamente residía, aunque no consta que tuviera contactos de jóvenes afines al Estado Islámico en la Isla. En ellos encontraron un teléfono con números de personas vinculadas al terrorismo yihadista y relacionadas con la fabricación de armas y explosivos, imágenes y vídeos de propaganda de la causa que correspondían a los originales eliminados por la acusada por seguridad. Además, aparecieron miles de imágenes y vídeos con iconografía y propaganda del Estado Islámico y de medios afines y llamadas a hacer la yihad y a la violencia explícita, especialmente elaborados para el adoctrinamiento de sus consumidores. Desestimado el recurso de apelación el juez debe dictar la apertura de juicio oral en breve.