Estado en el que quedó el interior del garaje donde se originó el incendio. | Josep Bagur Gomila

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Los vecinos de un bloque de pisos en el barrio de Andrea Doria, en Maó, permanecieron ayer toda la tarde a la espera de poder regresar a sus casas, de las que fueron desalojados a causa del incendio de un garaje en los bajos del inmueble.

No hubo que lamentar heridos pero el fuego, que se declaró alrededor de las 14 horas, generó una gran humareda negra sobre esta zona densamente poblada del municipio, e hizo que numerosas personas, alarmadas, salieran a la calle e incluso que algunas corrieran a apartar sus vehículos estacionados, para que no se vieran afectados por el incendio.

En el interior de la cochera destruida por las llamas se quemaron dos barcas, una moto y diversos objetos, y la fachada del edificio de cuatro plantas, que alberga dieciséis viviendas (cuatro por cada altura), también sufrió daños, aunque no suponen un riesgo de derrumbe.

Un bombero inspecciona uno de los pisos superiores al foco del incendio. | Josep Bagur Gomila

Techo apuntalado

Después de sofocar las llamas y tras una valoración del arquitecto municipal, al cierre de esta edición los bomberos procedían a apuntalar por seguridad algunas vigas en el garaje afectado y a reducir los niveles de humo; también tuvieron que enfriar la estructura durante unas horas, antes de permitir que las familias desalojadas pudieran volver a sus viviendas.

El alcalde de Maó, Héctor Pons, que acudió a Andrea Doria mientras se desarrollaban los trabajos de extinción, declaró ayer tras el suceso que las personas afectadas podrían regresar a sus hogares pero que, si era necesario y lo solicitaban, se les ofrecería un alojamiento alternativo para pasar la noche.

Una humareda sale del garaje en el que se inició el fuego y trepa por la fachada
La columna de humo, en el momento álgido del incendio.

Eran alrededor de las dos de la tarde de una jornada festiva cuando el humo generado por el incendio ya se podía ver a distancia desde distintos puntos de la ciudad. En la rotonda de Abu Umar la Policía Local cortó el acceso al centro por la calle Camí des Castell, que permaneció cerrado también por la tarde, mientras concluía el trabajo de los bomberos.

Según relató un residente en el barrio, los primeros en intentar apagar las llamas fueron los propios vecinos, con extintores de las zonas comunitarias de los bloques de pisos, mientras los bomberos estaban en camino. Desde el parque de Maó se desplazaron tres vehículos, uno de mando, una autobomba y una furgoneta con material, así como seis profesionales. También se movilizaron efectivos de la Policía Local y varias patrullas de la Policía Nacional.

Los bomberos comprueban limpian de cascotes el techo de la planta baja. | Josep Bagur Gomila

Investigación

La policía científica de la Policía Nacional se hará cargo de la investigación sobre las causas de este incendio, señalaron ayer desde el servicio de bomberos, acudirán hoy por la mañana para iniciar las pesquisas sobre el origen del fuego.

El suceso conmocionó al barrio y sus alrededores. Pese a que las llamas no llegaron a trepar hacia las viviendas, el susto ante lo que podía haber ocurrido –con otro negocio situado junto al garaje calcinado y la proximidad entre los bloques de pisos–, fue mayúsculo entre los vecinos.