«Tenemos tolerancia cero hacia cualquier tipo de acoso o agresión sexual», señala la coordinadora de la organización. Considera, por tanto, que en este caso ha actuado como debía.
En contra de la declaración de las mujeres que aseguraron haberle informado de los hechos, por primera vez, entre junio y julio de 2022, la coordinadora balear sostiene que no lo supo hasta final de diciembre de ese año, y un mes después, tras la apertura de un expediente disciplinario, despidieron al trabajador cuando este había reconocido la acusación.
Revela que si entonces la ONG no le denunció en el Juzgado, ajustándose a la tolerancia cero proclamada, «fue porque la primera mujer que nos lo contó no deseaba denunciar y respetamos su postura», pese a que las mujeres han ofrecido un testimonio contrario.
Meses después otra mujer que ejercía la prostitución informó a la ONG de las mismas prácticas que había cometido este hombre, «entonces acudimos a un peritaje externo que investigó lo declarado y cuando tuvimos el informe fue cuando pusimos la denuncia» que se presentaría ante la Fiscalía en septiembre del año pasado. «Nosotros fuimos al ritmo que nos solicitaron las afectadas», indica, por lo que niega que hayan tratado de tapar o esconder los hechos que ahora ven la luz.
Belén Matesanz desmiente que la abogada que defiende a las cuatro querellantes sea la misma que se ocupa del departamento jurídico de Médicos del Mundo, como habían señalado otras fuentes. «La abogada que tienen ellas la contratamos nosotros para ellas, es una letrada externa a la organización».
Respecto al trabajador denunciado, Matesanz niega que fuera el coordinador o máximo responsable de Médicos del Mundo en Menorca, «es uno de los dos técnicos de intervención que tenemos en la Isla porque la coordinadora balear y, por tanto, también de Menorca, soy yo», afirmó.
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