Un policía local, junto al cuerpo aparecido en la playa de s’Arenal el pasado mes de mayo.

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El cuerpo sin vida de un hombre corpulento, de entre 40 y 55 años de edad, apareció sobre la orilla de la playa del Arenal d’en Castell el pasado 17 de mayo. Casi cinco meses después se ha podido determinar que el cadáver corresponde al de un hombre de 56 años, catalán, cuya familia había denunciado su desaparición unas semanas antes en Sant Adrià del Besós, población vecina a Barcelona.

El análisis del ADN en una muestra del fémur remitido al departamento de Biología y Criminalística de la Guardia Civil, fue el punto de partida para que al cruzar los resultados con el ADN de una de sus hijas, en la base de datos de los Mossos d’Esquadra, saltara la alarma. Así se constató que el cuerpo que llegó a s’Arenal era el de este hombre.

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La familia del difunto, que pereció ahogado en el mar, como causa más probable, al menos tres semanas atrás, según determinó la autopsia, se desplazó a Menorca la semana pasada para recoger sus restos y llevárselos consigo, una vez incinerado.

Las circunstancias que rodearon su desaparición en una fecha indeterminada de abril sugieren que se trataba de una persona deportista. Había salido de su casa a practicar ciclismo y debió concluir la ruta tomando un baño en la playa de Sant Adrià. En las inmediaciones fue hallada su bicicleta y el teléfono móvil, pero alguien, probablemente, le había robado la documentación.

Se trata del segundo cuerpo hallado en la costa insular en el último año que logra ser identificado a partir de una muestra de ADN analizada por la Guardia Civil. El otro fue el de un pescador argelino que apareció entre las rocas, en Torret, el pasado noviembre.

El apunte

Una turista inglesa denunció que el hallazgo del cuerpo en la playa le arruinó las vacaciones

El hallazgo del cuerpo sin vida del hombe catalán, a primera hora de la mañana del 17 de mayo tuvo trascendencia en el Reino Unido, Una turista británica y su marido denunciaron que se encontraron con el cadáver sobre las 7 de la mañana y que el shock les arruinó las vacaciones. Manifestaron a varios digitales de su país que iban a denunciar a las autoridades menorquinas por no limpiar la playa antes de las 7. «Fueron unas vacaciones muy caras -unos 2.300 euros- y mi mujer está con ayuda médica», dijo, a causa del «trauma» que le causó la visión.