Del simulacro al fuego real: el incendio que puso a prueba los protocolos de Calós

Fue una caja de empalmes, junto a un aula de quinto curso de Educación Primaria en esa tercera planta, la que comenzó a chispear y a desprender una densa humareda que provocó el lógico desasosiego entre quienes llegaron a verla.

Al parecer la carcasa de plástico de la caja llegó a prenderse fuego lo que aumentó el humo pero fueron los propios responsables del colegio quienes se encargaron de extinguirlo usando los extintores preceptivos que hay en cada piso, sin que el fuego pasara a mayores.

Para entonces todo el alumnado ya había abandonado el edificio y permanecía a la espera en el patio del centro al que había descendido en orden siguiendo las indicaciones del profesorado.

Noticias relacionadas

Desalojan el colegio Calós de Ciutadella por el incendio de un cuadro eléctrico

Los bomberos del parque de Ciutadella, desplazados al colegio tras recibir el aviso a las 11.20 horas, se encargaron de refrescar las zonas más afectadas por el humo, revisar el cuadro eléctrico afectado y también los más próximos para confirmar que no había peligro de que se reprodujera.

Una vez descartada cualquier otra anomalía los profesores ordenaron el regreso de los escolares de los diferentes cursos a sus respectivas aulas. Sobre las 12.10 del mediodía los bomberos daban por concluido su trabajo y hacían el camino de retorno al parque de Ciutadella.

Durante el tiempo que permanecieron los bomberos en el centro educativo, agentes de la Policía Local montaron un dispositivo de seguridad para regular el tráfico en el entorno de la escuela y facilitar el trabajo de los profesionales de extincion.«

«Habíamos hecho muchos simulacros de evacuación y hoy lo hemos podido llevar a la práctica en una situación real y todo ha funcionado perfecto», señaló a este diario Maite Carreras, directora del colegio.