Así ha quedado el piso tras el incendio.

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Dos menores, niño y niña, de unos 12 y 9 años de edad, respectivamente, se encontraban solos en el piso de la tercera planta de la calle Sant Esteve, de Maó, número 24, cuando un incendio se declaró sobre las 21 horas de la noche de este martes. De repente les sorprendieron el humo y las llamas por lo que huyeron de la casa hasta la calle y dieron aviso a una vecina, amiga de la familia cuando ya varios residentes en aquella barriada habían advertido el fuerte olor y el fuego comenzaba a hacerse visible desde el salón.

Los padres han explicado este miércoles que habían bajado a tirar la basura, aunque posteriormente habían ido a cambiar el coche del lugar donde lo tenían aparcado por ser zona de pago. Otros vecinos señalaron que les avisaron para que regresaran de inmediato.

Cuando llegaron sus hijos ya estaban en la calle, junto a los dos perros que posee la familia. El incendio acabó afectando a la cocina, donde se originó posiblemente por una causa eléctrica, el pasillo, y el mismo salón. Aunque no quemó toda la casa, esta ha quedado seriamente dañada puesto que el humo ha provocado deterioro en techos y paredes.

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Los bomberos tardaron una hora en dar el fuego por controlado y extinguido, mientras la Policía Local procedió a desalojar a los pisos más próximos del mismo bloque, en muchos casos habitados por gente de avanzada edad. Afortunadamente, no hubo ningún herido aunque una vecina sufrió una crisis de ansiedad por la que tuvo que ser trasladada al hospital Mateu Orfila.

El alcalde de Maó, Héctor Pons, se personó en el lugar del incendio y ofreció a la familia que pudieran alojarse provisionalmente en el hotel Capri, cercano a la vivienda, aunque no fue necesario ya que se trasladaron a casa de una familiar.

Se da la circunstancia de que en este mismo bloque de la calle Sant Esteve donde este martes se declaró este incendio, ya ocurrió otro muy similar en 2015 que quemó por completo el piso segundo primera.