TW
0

Los alumnos del CP Mare de Déu del Carme recibieron, el miércoles, la visita de Astromenorca

Marc Valero
Maó
Este año 2009 fue declarado, por la Unión Astronómica Internacional y la UNESCO, Año Internacional de la Astronomía. El motivo, se cumplen 400 años del primer uso astronómico del telescopio. Fue Galileo Galilei quien, partiendo de un instrumento óptico holandés que permitía observar objetos lejanos, desarrolla uno destinado al uso estrictamente astronómico. Es el nacimiento del telescopio astronómico. Este momento es, pues, un punto de partida histórico para la astronomía. Y así es como a Galileo se le considera, entre otras muchas materias, padre de la astronomía moderna. Así, es el 2009 especialmente susceptible para la programación de eventos relacionados con esta ciencia, expandiendo la afición por ella.
Con este motivo como punto de partida, Astromenorca se acercó al Colegio público Mare de Déu del Carme, ofreciendo a los asistentes profundizar en sus conocimientos astronómicos y 'tocar' la astronomía gracias a la observación a través de un telescopio. Alrededor de 150 personas, entre niños y adultos, acudieron a la cita propuesta. Hubo una breve charla sobre nuestro único y querido satélite natural, la Luna. La Luna es un objeto excelente para la iniciación a la astronomía. Es visible a simple vista y está presente en nuestros cielos la mayoría de los días.

La teoría profundizó en los conocimientos acerca de sus accidentes geográficos, el motivo de su cambiante aspecto o fases lunares, su origen y su tamaño y orbitación respecto a nuestro planeta, sin olvidar la influencia que ha tenido, y tiene, sobre el ser humano ya desde sus orígenes, tanto científica como místicamente. Los niños escuchaban con interés, pero sus inquietos movimientos delataban la expectación que les hacían sentir cuatro telescopios apuntando a la Luna. Así fue como, tras acabar la teoría, llegó la práctica. Los niños corrieron a la zona habilitada para la observación, formando cuatro largas y, eso sí, ordenadas colas que les acercaban de lleno a la parte más divertida y curiosa para ellos.

Tras observar por el ocular, niños, y gran parte de los adultos, esbozaban en su cara una expresión de sorpresa e incredulidad. La luna estaba en su sexto día de edad lunar, en cuarto creciente y mostraba ya algunos de sus más grandes y característicos cráteres. Y eso siempre llama la atención. Los niños son especialmente sensibles a esta afición. Les provoca una mezcla de curiosidad, emoción e incredulidad: "Parece mentira que 'eso' que está tan lejos, lo esté viendo tan grande." El único punto negativo de esta visita fueron las nubes. Pasaban y pasaban ante la Luna, dejando tiempos muertos durante la observación. Se entremezclaban, entre los comentarios, algunos "Ooooh..." con algún "No veig res... On és sa lluna?". Y es que practicar esta afición depende directamente de la meteorología... La intención inicial de observar también a Saturno fue descartada por este hecho. Tras un buen rato de observación concluyó la experiencia astronómica, que ayudó a acercar a los niños a esta afición, tan presente en este 2009, año internacional de la Astronomía. Gracias, Galileo.