Hace poco publicó un ensayo sobre la obra de Juan Carlos Onetti, fruto de unas lecturas y de una reflexión para un curso que impartió en Estados Unidos en torno a su narrativa y pronto llegará otra novela o una pieza dramática, género que últimamente cultiva con mayor ahínco. De momento celebramos la reedición de su novela "Travesuras de la niña mala", aparecida por primera vez en 2006, y que ahora se divulga en formato de bolsillo.
No es nuevo el tema que aquí aborda. Vargas Llosa es un adicto al amor, como ha demostrado en muchos de sus relatos (además ha profundizado en su utilización literaria cuando estudia la forma de narrar de Flaubert o Víctor Hugo) y aquí vuelve a querer atraparlo, quizás para mostrar de qué manera se han perdido aquellas pasiones arrolladoras que lo anegaban todo y que duraban toda la vida y cómo los amores sucesivos, agradables, pero más cautos, las sustituyen. La protagonista va y viene, busca lo que le puede convenir a su sensibilidad y a sus emociones, pero no se compromete demasiado, no apuesta a ciegas, sino que simplemente se deja llevar, mientras su enamorado resiste el embate de otras atracciones para acudir siempre que recibe la llamada de esa "niña mala".
El autor también aprovecha el relato para recrear (se trata de una especie de homenaje) los escenarios por los que ha transcurrido su vida: la Lima de su infancia y juventud (años cincuenta); París en los sesenta; Londres en los setenta y Madrid en los ochenta. Cada lugar presenta un decorado y un ambiente, pero sobre todo una forma de vida, porque en ese tiempo las mentalidades y los comportamientos cambian a una vertiginosa velocidad, como nunca había ocurrido.
Travesuras de la niña mala
autor: Mario Vargas Llosa
género: Novela
editorial: Punto de Lectura
edición: Madrid, 2009
páginas: 430
precio: 10,95 euros
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