Los misteriosos casos de un detective solitario

Lluís Vergés
Maó
Kate Atkinson (York, 1951) es una buena novelista que en España no ha tenido demasiada suerte. Sus primeros libros fueron publicados en la desaparecida editorial Thassàlia y pasaron bastante desapercibidos aunque posteriormente fueron editados en formato de bolsillo por otra editorial. Ahora Circe edita "Expedientes" una novela en la que aparece por primera vez el detective privado Jackson Brodie, al que ha dado continuidad en otras dos obras aún no traducidas al castellano: "One good turn" y "When will there be good news?". Ganadora del premio Whitebread en 1995 por "Entre bastidores", Atkinson es una escritora popular que sabe construir buenas tramas e introducir toques de humor en sus narraciones.
En "Expedientes" cuenta varias historias paralelas ambientadas en la ciudad inglesa de Cambridge. Por una parte, seguimos la historia de Jackson Brodie, un escocés cuarentón y divorciado, ex policía y ex militar, y que se ocupa los fines de semana de la educación de su hija. Ejerce de detective y normalmente recibe encargos de rutinarias historias de infidelidad. Súbitamente le caen tres casos fuera de lo normal y a Brodie le tocará centrarse en investigar la desaparición de una niña que ocurrió hace muchos años así como el asesinato de una joven.
La desaparición de Olivia se remonta al año 1970 cuando la niña tenía tres años. Treinta y cinco años después sus dos hermanas, ya de mediana edad, quieren saber que le pasó a su pequeña. Amelia y Julia se deciden a reabrir un caso tan antiguo cuando encuentran entre las pertenencias de su recientemente fallecido padre un muñeco de peluche que perteneció a Olivia, un juguete que sin ninguna duda llevaba con ella cuando desapareció de manera misteriosa.
El segundo caso se lo ofrece Theo un abogado retirado para quien la obsesión de su vida es resolver el asesinato de su hija ocurrido hace diez años. El asesino entró en el despacho de Theo y acuchilló a su hija tras preguntar por el abogado. Luego se desvaneció.
Por si esto fuera poco para un detective poco acostumbrado a misterios de este calibre, un tercer cliente se presenta en su oficina. Se trata de la hermana de una asesina que mató a su marido con un hacha y se llevó a su hija. La mujer no quiere saber el paradero de su hermana, que acaba de salir d la cárcel, sino el de la niña.
Atkinson sabe manejar todos estos misterios de su novela sin perderse y además consigue dibujar el carácter de sus personajes que no son únicamente marionetas en función de la trama sino personas de carne y hueso. De hecho, lo más destacado de "Expedientes" no es el aspecto policial sino las vidas de sus protagonistas. La ironía de la escritora es otra gran baza para que el lector se interese por el libro.
Aunque parezca increíble, los diferentes expedientes parecen ir convergiendo en uno solo, pero sólo leyendo la novela llegaremos a saber la realidad de estos oscuros sucesos.
La aparición de "Expedientes" es una buena oportunidad para que continué la edición de las novelas de este detective tan humano como es Jackson Brodie. A menudo sus problemas y cuitas personales son tan interesantes para el lector como los casos que investiga. Los misterios que oculta este solitario personaje son más profundos que los complicados crímenes que le toca resolver.