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RUBÉN PÉREZ ATIENZA
El pasado miércoles Sergio Algora (1968-2008) nos dijo adiós, lo hizo discretamente, en silencio, mientras dormía. Sabíamos que desde hace años sufría una enfermedad cardíaca, pero nadie llegó a pensar que la afección pudiera acabar con su vida a los 39 años. Cantante y escritor, este artista es un gran desconocido para la mayor parte del país, pero sin embargo su obra ha logrado calar entre un pequeña legión de fans. Entre muchas otras cosas, Algora pasará a los anales de la historia de la música española por haber sido el cantante y compositor de El Niño Gusano, grupo abanderado de la música independiente nacional e injustamente poco reconocido.
Definir a un tipo tan peculiar no es en absoluto una tarea fácil, pero en su mente, la misma que compuso temas como "El Hombre Bombilla", él se veía así: "Nazco en Zaragoza (1969 ) y hasta los quince años no me pasa nada reseñable (una chica ocho años mayor que yo me enseña varias cosas fundamentales). Tras este primer encuentro con la otra dimensión he escrito y publicado cinco libros de poesía y una obra de teatro. También he grabado diez discos con El Niño Gusano, Muy Poca Gente y La Costa Brava. Actualmente intento dejar de beber todo lo que cae en mis manos en el Bar Bacharach de Zaragoza. Mi psiquiatra dice que no soy alcohólico, que soy dipsómano. Así que todos tranquilos".
Trayectoria
El Niño Gusano nace en 1993 como una banda que se movía entre el noise-pop y la psicodelia, pero la verdadera seña de identidad del grupo eran sus letras de corte surrealista, firmadas siempre conjuntamente por todos los integrantes de la banda. Tras publicar un par de EP's, ve la luz su primer disco, "Circo luso", un trabajo que se abría con el que a buen seguro es su "hit" más conocido, "La mujer portuguesa", esa que con "su bigote de gato hace cosquillas a un mono que viste trajes muy caros". Las buenas críticas que recibieron con el CD, a mi juicio el más difícil de escuchar entre todos los publicados, les abrió las puertas de la multinacional RCA, con quien editaron "El efecto lupa", un trabajo que ganó muchos enteros durante las actuaciones en directo, pero los responsables del sello ya se empezaban a poner nerviosos por lo de siempre, las ventas no eran las deseadas. Algora y compañía echaron el resto en su tercer disco, "El escarabajo más grande de Europa", para muchos el mejor álbum de la pasada década, aunque paradójicamente pasó desapercibido y desembocó en la disolución de la banda en 1999.
Fue entonces cuando el artista apostó por una nueva formación, Muy Poca Gente, que supuso una etapa de transición hasta que se cruzó en su camino Fran Fernández, guitarrista de Australian Blonde, con quien fundó La Costa Brava, un proyecto con el que se reactivó en España el fenómeno fan, eso sí, "underground". Juntos, y en muy poco tiempo, grabaron un buen puñado de discos: "Déjese querer por una loca", "Los días más largos", "Se hacen los interesantes", "Costabravismo", "Llamadas perdidas" y "Velocidad de crucero". La Costa Brava, siempre originales, inventaron un nuevo formato de espectáculo denominado "Conciertos a domicilio", actuaciones en casas particulares al módico precio de 300 euros. Con el adiós de Sergio también desaparece el grupo, tal y como ha explicado en su "blog" Fernández: "No habrá más discos... Siempre dije que La Costa Brava no era un grupo, sino la historia de una amistad".
Durante los últimos años, Algora compaginó la música con su pasión por la poesía y la literatura, publicando títulos como "Paulus e Irene, "Otro rey, la misma reina" o "Cielo muerto", además de un libro de relatos ("A los hombres de buena voluntad") y una obra de teatro ("La lengua del bosque").
Estos días he leído noticias, reportajes y mensajes en los foros musicales más activos de la red. Entre todo lo procesado, me quedo con una frase dicha por el periodista musical Pablo Gil: "El planeta sería un lugar mejor si todo el mundo se supiera al menos una canción de El Niño Gusano". En mi colección de favoritas figura "El rayo cae", esa que dice "Tengo un podio en mi casa, soy el primero cuando quiero". Genio y figura.