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Rubén Pérez Atienza
Principios de los años 90. Programa de televisión "Lluvia de estrellas". Una cortinilla de humo y Bertín Osborne como presentador. Cuatro jóvenes salen al escenario para imitar a The Beatles. Llegaron a semifinales. Uno de ellos era el gallego Xoel López, quien acaba de publicar para la multinacional Virgin el disco "Reconstrucción". Ha sido un intervalo de casi quince años y múltiples proyectos, momentos de éxito, canciones redondas y otras bochornosas, pero en definitiva obras de un músico interesante que ha regresado por la senda del éxito.
Tras curtirse en bandas como Los Covers, Elephant Band o Los Nuestros, Xoel decide iniciar su carrera en solitario en 2001 con Deluxe. Transcurrida la primera ola "indie", a la que principalmente lograron sobrevivir los grupos que eligieron cantar en castellano, López decide seguir apostando por el inglés para la grabación de su primer álbum, "Now what you had thought", un trabajo inspirado en el pop inglés de toda la vida que logra calar entre un sector muy reducido. Y es que la mayor parte del público descubrió a Deluxe gracias a su siguiente disco, el que le catapultó a la fama, "If things were to go wrong" (2002). El fenómeno Deluxe comenzaba a tomar fuerza gracias a uno de los temas que formaban parte de ese CD -curiosamente cantado en español-, titulado "Que no", coreado hasta la saciedad en los pubs y declaración de principios con la que muchos se sintieron identificados.
Parecía que todo estaba preparado para dar al salto al castellano y decir las cosas claras, y con ese objetivo se edita en 2005 el controvertido "Los jóvenes mueren de tiempo", un trabajo en el que el gallego funde algunos momentos de inspiración con unas letras bastante pobres. El resultado fue irregular, aunque algunas publicaciones se empeñaron en encumbrar al grupo siguiendo una práctica muy habitual en la prensa británica, experta en crear estrellas de la noche a la mañana. En el disco, Xoel siguió explorando su particular visión sobre el universo pop, aunque en esta ocasión dejando de lado los toques electrónicos y el soul de sus anteriores obras.
Sin embargo, buena parte de sus seguidores se mostraron insatisfechos, lo que provocó que su siguiente LP, "Fin de un viaje infinito" (2007), lanzado ya bajo el paraguas de una multinacional, fuera recibido con recelo, pese a que mostraba ligeros síntomas de recuperación. Su discográfica intentó que se convirtiera en fenómeno de masas nacional con la intensiva programación del videoclip "Colillas en el suelo", pero el objetivo no se logró.
Reconstrucción
La capacidad de fracasar y salir a flote es una de las mayores virtudes que pude tener un artista. Muchos se quedan en el intento ante la imposibilidad de salvar un obstáculo, pero Xoel ha sabido retomar el pulso a su carrera con un disco en el que tanto las letras como las melodías están a la altura. Y es que "Reconstrucción" parece estar construido con el proceso de reflexión iniciado en una época de decadencia, de la que trató de escapar en un momento dado escondido bajo otro proyecto, el insípido Lovely Luna.
De alguna forma, su último trabajo es una terapia de choque para enterrar dos traumáticos años surcados de caras, personas concretas y situaciones profesionales que aparecen de una forma bastante explícita en el tema central "Reconstrucción (el mejor momento)", en el que se puede escuchar: "Es el mejor momento,/sentir, cambiar de nombre tantas cosas / y olvidar algunas caras/en el cementerio del pasado". El álbum representa el fin de un ciclo, cerrando una etapa y comenzando otra que arranca con nuevos bríos y las cosas más claras.